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Las condiciones climáticas no permitieron que en la Plaza de Armas se develara el monumento creado por el escultor Francisco "Paco" Rando. Pese a ello, en el Teatro Municipal se congregó medio centenar de profesores en una actividad en que estuvieron presentes el presidente nacional del Magisterio, Mario Aguilar; el Alcalde Pablo Silva Pérez; los concejales Marta Cádiz, Laura Martínez, Miguel González Feliú; José Elías Rishmawi, y Rodrigo Valderrama, entre otros.

En la ocasión, el presidente de la Agrupación de Profesores Normalistas de San Fernando, Carlos Barros Leiva, junto con agradecer al municipio este reconocimiento que se realiza en el mes del 282 Aniversario de la comuna, sostuvo que este monolito es un regalo que significa perpetuar la imagen, cariño, y entrega que los normalistas entregaron para educar a varias generaciones.

“Llegará un minuto en que ya no existiremos, pero su legado, su impronta quedará perpetuada en esta escultura, de manera que estamos sumamente contentos agradecer a la Municipalidad de San Fernando en la persona de su alcalde y del Concejo Municipal, por haber permitido que esto fuera una realidad”, dijo el dirigente.

En tanto, el Alcalde Pablo Silva Pérez indicó que este monumento ubicado en la Plaza de Armas, es una deuda que tenía el municipio con los docentes (…) y cuando “asumimos esta administración decidimos sacarla adelante, junto al Concejo Municipal, pues este es un reconocimiento a nuestros profesores normalistas que hicieron un tremendo trabajo por todos nosotros”.

El jefe comunal recordó el esfuerzo, vocación y sentido que ellos dieron a su labor docente. “Cómo no recordar a cada uno de ellos en nuestro paso por las aulas, la dedicación, entusiasmo, esfuerzo y todo lo que ellos hicieron”.

De igual modo el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, adujo que lo acontecido en la capital de Colchagua es digno de emular en otras ciudades del país. “Me pareció una excelente iniciativa, porque efectivamente Chile le debe mucho a los profesores normalistas por su gran compromiso, por todo lo que hicieron por la educación chilena”.

Con nostalgia el dirigente recordó que tras el cierre de la Escuelas Normalistas (1974) “ya no existió más ese tipo de formación, esa cierta mística especial que tenían los profesores normalistas y que nosotros, los profesores que hemos venido después, lo reconocemos y lo valoramos mucho”.