Hoy, 30 años después, y luego de años de investigaciones, el Juez Alejandro Madrid, ha podido ir constatando que hubo una asociación ilícita y operación ultra secreta, orquestada por los siniestros aparatajes de la represión, incluyendo la fabricación de agentes químicos, denominada “Operación Andrea”, encauzada entre otros por el químico Eugenio Berrios, para eliminar al ex dignatario. También había sido probada contra ex presos políticos e incluso cruelmente con dos ciudadanos de nacionalidad peruana como “prueba de laboratorio”.
Era una operación que debía ser simple, perfecta, sin dejar los más mínimos rastros posibles de ese plan macabro, ocultando toda la información. Sin embargo, la duda siempre se mantuvo, sobretodo, en su hija, Carmen, quien nunca renunció a la posibilidad de llegar a la verdad. Y la verdad tiene su hora.
En un libro aparecido el 2010, el periodista Benedicto Castillo, va narrando la gran operación montada desde el seguimiento al Partido Demócrata Cristiano y a la figura de Eduardo Frei, incluyendo el apoyo de personas de confianza del Ex Presidente. El cerco se fue estrechando y la simple operación de una hernia al hiato fue la posibilidad de implementarlo, hasta concretar el crimen en la Clínica Santa María en ese verano de 1982.
Eduardo Frei es recordado en nuestras comunas rurales como el “presidente de los campesinos” debido a la promulgación de la ley de Reforma Agraria que se implementó en muchas localidades de la Sexta Región y, además, por la sindicalización campesina. El recuerdo de él ha ido pasando de generación en generación y, su legado de justicia social, de la opción preferencial por los pobres y la vocación popular de su gobierno, han quedado entre las grandes páginas de nuestra historia.
FREI, nacido en una familia de clase media sencilla, profundamente católico, abogado y periodista, polemista y prolífico escritor, fue sin duda uno de los más grandes Presidentes Chilenos del siglo XX. Las reformas que implementó en el plano político, económico y social, después de 40 años de su sexenio, se han mantenido vigentes y su recuerdo debe quedar para siempre en la memoria colectiva de Chile.
FREI, el hombre de la patria joven, que amo intensamente a su familia y a su patria, murió luchando por engrandecer a Chile y por restablecer la democracia y los derechos humanos.
Jaime Correa Díaz
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