Estamos frente a un crecimiento urbano masivo. El sueño de la ciudad ultra inteligente surge como una manera de resolver los problemas asociados a la urbanización actual, como densidad, congestión, contaminación, seguridad y otros. Por tanto, la idea de aquella urbe racional, ordenada, eficiente y limpia, que es capaz de regularizar su espacio para hacer conjugar y potenciar una coexistencia armónica entre ciudadanos y medio, se presenta como una esperanza a las tan temidas consecuencias de la sobrepoblación.