Smart Cities, la tecnología al servicio de la buena vida ciudadana Camilo Vidal, Gerente de Desarrollo y Negocios COASIN Group

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Estamos frente a un crecimiento urbano masivo. El sueño de la ciudad ultra inteligente surge como una manera de resolver los problemas asociados a la urbanización actual, como densidad, congestión, contaminación, seguridad y otros. Por tanto, la idea de aquella urbe racional, ordenada, eficiente y limpia, que es capaz de regularizar su espacio para hacer conjugar y potenciar una coexistencia armónica entre ciudadanos y medio, se presenta como una esperanza a las tan temidas consecuencias de la sobrepoblación. 
Hoy existe un total de 7 mil millones de personas habitando el planeta, cifra que crecerá a 9.2 mil millones las próximas décadas. Y de ese total, se estima que un 70% vivirá en la ciudad, lo que obliga a pensar en cómo podremos suplir las demandas de electricidad, agua, alimentos y servicios básicos de una urbe moderna. 
¿Qué se está haciendo? ¿Para dónde van los esfuerzos? ¿Qué necesitamos para solucionar esta problemática? Son interrogantes que cobran fuerza sobre todo, si pensamos que las ciudades generan más de 700.000 toneladas anuales de residuos sólidos, los cuales más de la mitad  quedan sin recoger ni tratar en países subdesarrollados. Además, 80% del consumo energético global está concentrado en el uso doméstico y de transporte, generando este último ítem, aproximadamente el 75% de las emisiones de dióxido de carbono que llegan a la atmosfera. 
Estos son desafíos que para muchos tienen una sola respuesta: las TICs. Sin duda, las tecnologías de la información son capaces de desarrollar un ecosistema en el que exista una integración entre los ciudadanos, el medio, las instituciones y la autoridad, pero siempre bajo un mismo objetivo: lograr una mejor calidad de vida.
Una ciudad inteligente será  entonces, una ciudad cuya comunidad capaz de hacer suyas estas tecnología. Es más, las Smart Cities, deberán potenciar la economía, la movilidad, el medio ambiente, la pronta respuesta a conflictos, el reciclaje, una vialidad amigable, para así lograr un perfecto engranaje de todos los bloques que la componen.  
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no toda tecnología ayuda y que hay que poner el acento en aquellas dirigidas a este objetivo. Es así como, Big Data, las aplicaciones de georeferenciación, el internet de las cosas, las tecnologías biométricas, por nombrar algunas, se vislumbran como un aporte real a la creación de bloques inteligentes.  
Ello, porque hoy solo podemos tomar algunos problemas y solucionarlos de manera puntual. Pero es cuestión de tiempo para que esta realidad cambie, ya que los centros de investigación, empresas tecnológicas y los gobiernos están trabajando y ya han creado pequeños espacios inteligentes en distintas ciudades del mundo. 
Muchas de estas ciudades son “laboratorios vivientes” en los que se demuestra la eficacia de tecnologías innovadoras dirigidas a conseguir la sostenibilidad y su viabilidad, tanto técnica como económica de las ciudades.  Dejando de manifiesto que el carácter transversal de la tecnología las convierte en el mejor aliado para la consecución de una vida más amigable y amena para todos