En su ruta por la Región de O’Higgins incluyó la fábrica de uno de los patrocinadores de este importante evento deportivo.
Ya no queda casi nada para que comiencen los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023 y la antorcha que iluminará todas las competencias sigue su camino por las distintas zonas del país.
Luego de ser encendida a miles de kilómetros de distancia, en el Centro Ceremonial Milenario de Teotihuacán en México, y de recorrer las principales calles de las ciudades del país, el símbolo característico de este gran hito deportivo llegó a Graneros, en la Región de O’Higgins, hasta la fábrica de Nestlé, en el corazón de una ciudad que se caracteriza por estar en los orígenes de Milo.
El fuego panamericano fue recibido por más de 200 personas, entre trabajadores y operarios, todo quienes además residen en la comuna, donde siete de ellos fueron relevo en este paso histórico de la antorcha.
“Esto es algo muy especial, es un hito para la marca y para la comunidad. Hace más de 85 años que producimos Milo acá y nos sentimos orgullosos de ser auspiciadores de este evento tan importante”, señaló Felipe Parra, Gerente de Fábrica Nestlé Graneros.
“Esta es una marca sumamente querida por los chilenos y sobre todo en Graneros, por eso valoramos mucho que la antorcha llegara hasta acá y fuera recibida por nuestros colaboradores, quienes como todos los chilenos, estamos vibrando con esta gran oportunidad de visibilizar el valor del deporte y aprovechar este gran momento para seguir promoviendo la actividad física en los niños, niñas y jóvenes del país”, destacó María Cristina Yoma, Gerenta de Marketing de Milo.
El relevo de la antorcha por distintos lugares y paisajes de la geografía nacional es una actividad esperada por miles de personas y que busca sociabilizar el espíritu y energía de estos Juegos. Además, integra a todos los chilenos para que se sientan parte de este evento multideportivo, el más importante que se haya realizado en suelo chileno.
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