Rengo, San Vicente, Malloa y Las Cabras son las comunas donde más se han cursado infracciones a la norma. Cerca de cuarenta infracciones han cursado los inspectores del SAG en la Provincia de Cachapoal desde la entrada en vigencia del Decreto 100 el 1 de mayo pasado. La labor fiscalizadora del Servicio ha considerado, además, coordinación con Carabineros de Chile y CONAF y charlas a la comunidad, sumándose, de esta manera, a las iniciativas tendientes a mejorar la calidad del aire en beneficio de la salud de las personas.
Alvaro Alegría, Director Regional del SAG, resaltó que el Decreto Supremo 100 prohíbe esta práctica entre el 1 de mayo y el 31 de agosto de cada año en la Provincia de Cachapoal, debido a que en esta fecha aumentan peligrosamente los niveles de contaminación en el valle Central de la Región Metropolitana y la Región de O’Higgins. Cabe señalar que uno de los propósitos de dicha norma se orienta a la obligación que tiene el Estado de velar por el derecho que tienen las personas a vivir en un ambiente libre de contaminación.
Si bien la fiscalización comprende toda la extensión administrativa de la Provincia de Cachapoal, Alvaro Alegría sostuvo que la mayor cantidad de infracciones se han cursado en las comunas de Rengo, San Vicente, Malloa y Las Cabras.
Alegría reconoció que la situación es preocupante. La alta cantidad de infracciones refleja que las personas no han entendido el daño que producen las quemas no solo a la calidad del aire, sino que a las condiciones del suelo donde se efectúa la práctica. “La reiteración de las quemas tiene a la esterilización del suelo, pues al efectuar la quema se calcinan microorganismos y sales minerales que permiten que se puedan realizar sembríos y otros cultivos en la tierra. Hoy existen prácticas que promueven la incorporación de rastrojos al suelo, para ir dejando de lado las quemas que no tienen ningún beneficio comprobado”, sostuvo el Ingeniero Agrónomo.
Finalmente, Alegría reiteró el mensaje a la comunidad, rural especialmente, a no efectuar quemas agrícolas entre el 1 de mayo y el 31 de agosto, ni encender neumáticos para contrarrestar los efectos de las heladas, pues “el daño que se produce en el medioambiente afecta la calidad de vida de muchas personas en un valle con pocas vías de ventilación y que desde marzo está catalogada como zona saturada”, enfatizó.
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