La zona de Pelequén es el principal centro de acopio de la provincia y la Región, con un volumen aproximado de 50 mil pulgadas en stock.
Con el objetivo de determinar la procedencia de la madera nativa que se almacena y utiliza en la Región de O’Higgins, CONAF está realizando una serie de operativos de fiscalización en barracas y centros de acopio de la Región.
En la cuarta fiscalización de la temporada, el turno fue para la fábrica de muebles Navarro, ubicada en la comuna de Malloa, en la que funcionarios de CONAF, de la oficina provincial Cachapoal y de la dirección regional, fiscalizaron las 8 mil pulgadas acumuladas en el lugar, verificando la utilización de guías de libre tránsito, exigidas por ley para determinar el origen del producto.
Al respecto Joaquín Navarro, administrador del lugar, valoró la herramienta como la única forma de controlar el transporte y venta de madera ilegal: “Es la única forma que tiene CONAF de controlar la explotación del bosque nativo. Verificar que se boten los árboles que realmente se requiere explotar y que se haga un buen manejo de ellos. Además le sirve a uno para llevar un orden con lo que compra y entrega”.
Según indica el fiscalizador de la oficina provincial Cachapoal de CONAF, Alejandro Maureira González, “a la fecha hemos fiscalizado 4 centros de acopio en la provincia, sin detectar infracciones a la ley. En estos lugares hemos detectado, principalmente, madera de Lenga y Raulí, seguido de Coigue y Tepa. En menor medida también está presente el Alerce, todos provenientes del sur de Chile”.
La zona de Pelequén es el principal centro de acopio de la provincia y la Región, con un volumen aproximado de 50 mil pulgadas en stock. La madera que aquí se almacena es utilizada tanto para la confección de muebles como para la venta a otras zonas de la Región y el país.
Procedimientos
Durante los primeros meses del año, los fiscalizadores de CONAF y Oficina Central visitaron las principales barracas de la Región instruyendo a los propietarios en la importancia del uso de la Guía de Libre Tránsito, que, de acuerdo al Art. 32 del reglamento general de la Ley 20.283, sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal, es el instrumento exigido para acreditar que los productos primarios de bosque nativo que sean transportados, acopiados o que se encuentren en poder de personas naturales o jurídicas, provienen de una corta autorizada por la Corporación.
“Al momento de fiscalizar, el propietario debe acreditar con las guías de libre tránsito la procedencia de la madera en stock. De no ser así, se cursa un acta de infracción y una citación al juzgado correspondiente, arriesgando una multa de 3 UTM”, señala Alejandro Maureira.
“De manera constante, y junto a la fiscalización a las barracas, se realizan controles carreteros buscando fortalecer el control del transporte de madera nativa. De esta forma, CONAF participa en la cadena productiva. Asegurando que el producto final -muebles en este caso- proviene de bosques que cumplen con la normativa vigente, protegiendo nuestro Bosque Nativo”, concluye el fiscalizador de la provincial Cachapoal de CONAF.
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