Flexibilidad horaria. Una de las bondades del verano es la extensa jornada de luz solar y es por eso que una medida que puede poner muy contento al equipo es la flexibilidad horaria. Es ideal ajustar los horarios para salir una media hora antes durante la semana, o bien, al medio día los viernes.
Temperatura de la oficina. Asegurar que la climatización del espacio laboral sea el adecuado, resguardando no caer en temperaturas extremas de frío o calor.
Actividades con los equipos. Las horas junto a los compañeros de trabajo suelen ser más que la que se pasan con la familia o pareja. Por ese motivo es bueno organizar actividades de camaradería y de esparcimiento que fomenten el compañerismo y la comunicación.
Crear un ambiente casual. Aprovechando la época estival, se pueden hacer unas modificaciones en la decoración, el orden y el mobiliario de la oficina. Una buena idea es poner muebles de relajación en los espacios comunes, permitiendo incluso a trabajar ciertas horas al día desde estos espacios.
Ropa casual. Durante el verano podrían disminuir las reuniones, por lo que es una buena ocasión para quitarse por ejemplo la corbata y usar prendas semiformales.
Proveer de snack. Debido a las altas temperaturas, el cuerpo necesita mantenerse hidratado y de manera saludable. Una buena medida es entregar e a sus colaboradores colaciones o snack sanos tales como fruta, agua fresca y jugos.
Incentivar el deporte Aprovechando el buen clima, es posible organizar torneos de fútbol, ping pong, grupos de running o cicletadas, que permita a los colaboradores compartir en un ambiente distinto al laboral.
Realizar capacitaciones. Esta época es ideal para que las empresas hagan capacitaciones enfocadas en mejorar las habilidades blandas y el clima organizacional mediante actividades outdoor que permitirán a los colaboradores salir de la rutina y mejorar sus competencias en un ambiente distinto.
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