“Son más de 18 millones de dólares en equipos de alta utilidad para alertas de tsunami aún no han sido instalados, lo que me parece inaudito”. Con estas palabras el diputado Juan Carlos Latorre explicó la razón por la que fue solicitada a la Contraloría una investigación hacia la Subsecretaría del Interior de la cual depende la ONEMI, a fin de explicarle a la ciudadanía lo que ocurre con este material.
“En las últimas semanas y particularmente en los últimos días hemos sentido varios sismos en la región lo que nos lleva a pensar que no se está actuando en consecuencia tras el terremoto que aún sigue latente en la ciudadanía, especialmente en las zonas más afectadas de las provincias de Cachapoal, Colchagua y Cardenal Caro” indicó el parlamentario. Agregando que esto significa un grave retroceso “indudablemente que con esto retrocedemos en el fortalecimiento de nuestra red sismológica nacional, dado que no es posible que existiendo y habiendo sido adquiridos 600 equipos de alta tecnología destinados a la tarea sismológica y la alerta de tsunami, estos estén arrumbados desde hace más de dos años en la bodegas de la ONEMI, equipos que de haber sido instalados, habrían quintuplicado la red actual”.
Por lo anterior, se le solicitó a la Contraloría fiscalizar todos los hechos vinculados a este caso, ordenándose los sumarios administrativos respectivos, incluyendo no sólo a las autoridades de ONEMI, sino a la Subsecretaría del Interior, a cargo de Rodrigo Ubilla. En el requerimiento, se pide la inspección de las oficinas de ONEMI, en especial sus bodegas, con el propósito de verificar la existencia de los 597 instrumentos adquiridos por la Universidad de Chile, en virtud de los recursos y el convenio establecido, así como el estado de conservación y utilidad de los mismos.
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