El desinterés mostrado por algunas comunas ha dificultado el levantamiento de zonas patrimoniales afectadas por el terremoto, a pesar de contar con los recursos para esto. La demora en la adjudicación de contratos por parte de los municipios, para pagar los diseños de los proyectos, impide su ejecución.
Martes 17 de mayo de 2011. En diciembre del pasado año 32 de los 33 municipios de la región del LGB O´Higgins se adjudicaron los Fondos Regionales de Iniciativa Local, FRIL, destinados a la reconstrucción patrimonial. En ese entonces, cada comuna postuló las localidades que deberían ser levantadas tras los daños sufridos producto del terremoto. A partir de ese momento, las propias municipalidades debían hacerse cargo de contratar las consultoras que ejecutarían los diferentes proyectos, para de esta forma incorporar la participación de los gobiernos locales en la definición de su propia estrategia de reconstrucción. Tal es el caso de comunas como Lolol, Chépica y Placilla que ya cuentan –incluso- con proyectos aprobados en Serviu, cuestión que habla muy bien de su interés por reconstruir la riqueza patrimonial de la zona pues pronto iniciarían las obras de reconstrucción.
“Los alcaldes de estas comunas entienden que la reconstrucción, en especial de las Zonas Patrimoniales, es una tarea muy difícil, por lo que si no trabajamos coordinados entre las distintas instituciones, ésta se tardará el doble de lo que debiese. Ellos han cooperado desde el primer día con el MINVU, poniendo a sus profesionales de lleno en esta tarea y con la mejor disposición a trabajar en conjunto”, afirmó el Seremi de Vivienda y Urbanismo, Ragnar Branth.
Si embargo, existen otras que a cinco meses de haber recibido los fondos aún no cuentan con consultora ni menos con contratos firmados que garanticen la ejecución de los trabajos al interior de sus comunas. Triste realidad que explicaría la lentitud en lo que a reconstrucción patrimonial se refiere.
Pero la situación se torna aún más complicada en otros lugares donde sus respectivos alcaldes abiertamente han declarado poco interés en reconstruir su patrimonio aduciendo a que no es prioridad para ellos.
Un panorama no muy auspiciador para las pretensiones de esta región que a pesar de los esfuerzos del Gobierno, a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, por levantar las distintas zonas patrimoniales con medidas y recursos especiales, se ha encontrado con un gran e impensado obstáculo: los municipios. El Plan Chile Unido Reconstruye Mejor llama precisamente a trabajar unidos por el país entendiendo que esta es la única forma de salir adelante ante la adversidad. Lamentablemente no todos los sectores lo ven así.
“Si bien el patrimonio arquitectónico que se pretende reconstruir con este subsidio son los inmuebles y viviendas dañados por el terremoto, el verdadero patrimonio que se busca proteger son las familias que viven y merecen seguir viviendo en sus hogares de siempre”, sostuvo el Seremi de Vivienda y Urbanismo.
Hay que hacer presente que los casos de Requínoa y Paredones son diferentes, pues ambas comunas recibieron los fondos, por distintos motivos, recién este año. Sin embargo han mostrado bastante interés por reconstruir aquellos lugares que albergan innumerables historias de nuestras tradiciones y antepasados que el tiempo los convirtió en riqueza patrimonial.
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