Esto podría multiplicarse varias veces si se concretan proyectos como el control de medicamentos con receta retenida, el control del subsidio de educación o la votación electrónica. La comodidad y seguridad que ofrece poner el dedo en un lector de huella digital para autentificar bonificaciones de prestaciones médicas, contratos con casas comerciales, líneas de celulares y firmar documentos electrónicos, alcanzó su récord de 9 millones de transacciones electrónicas en el mes de septiembre.
Hace cinco años, las operaciones electrónicas mensuales con huella digital bordeaban el millón de transacciones, que provenían principalmente del bono electrónico, en el cual I-Med fue pionero, pero su masificación en salud y la extensión de uso al mercado de telefonía, financiero, seguros, retail y otros produjeron una verdadera explosión de este servicio llegando a los 9 millones de verificaciones mensuales.
Según Pablo Izquierdo, gerente general de I-Med “Las transacciones electrónicas son el pilar más importante en la modernización de los procesos. Hoy los bancos, AFPs, isapres, compañías de seguros y otras no podrían operar sin la ayuda de éstas, porque la diferencia de costos de cada transacción es dramática, pero para que ello sea factible es necesario asegurar la identidad de los participantes en cada transacción y en eso la huella digital y su análisis biométrico es la mejor forma de identificar verazmente a una persona”.
En Chile, la biometría dactilar para verificar la identidad se ha desarrollado de manera considerable. Desde hace 10 años que se utiliza en procesos transaccionales masivos y esto seguirá en aumento cuando se concreten otros proyectos, como el uso de la biometría en cajeros automáticos, atenciones gubernamentales con entrega de certificados, el control de medicamentos con receta retenida, el control del subsidio de educación, hasta el sufragio electrónico.
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