Por esto, Marcela Zapata, Subdirectora de la Escuela de Salud de AIEP, nos entrega algunos tips a tener en cuenta a la hora de sacarse los zapatos:
• Existen parásitos que se adquieren al andar descalzos en la tierra contaminada por heces de humanos o animales como el gato o perro.
• Los hongos se adquieren al andar descalzos en lugares públicos como las piscinas, baños o duchas públicas, por lo que es aconsejable utilizar chalas. Los hongos también se pueden pegar al utilizar zapatos o calcetines ajenos de personas que tienen la infección.
• Las verrugas también se pueden adquirir en lugares públicos, estas lesiones que se localizan en la planta de los pies, son de consistencia dura en forma de botón redondo.
• Al caminar descalzo en lugares que no están limpios, se pueden ocasionar lesiones por algún objeto punzante o cortante y a la vez se le pueden introducir bacterias. La bacteria más peligrosa es la del tétanos.
• Los pies hay que lavarlos a diario y luego secarlos muy bien, sobre todo entre medio de los dedos.
• Si algún miembro de la familia presenta hongos en los pies, debe evitar caminar descalzo por la casa.
• El paciente con hongos en los pies debe lavarse diariamente y no mantener por más de diez minutos la zona afectada en agua caliente. Y, tras el lavado, debe secarse los pies con una toalla de algodón de uso personal o con secador de pelo.
Si tenemos cuidado y seguimos estos consejos, el andar descalzos se convertirá en un excelente método de relajación, ya que:
• Promueve la movilidad de las articulaciones interóseas. Un ejercicio muy sencillo y útil para la salud de los pies es caminar lentamente poniendo cuidado en la forma de apoyar el pie y sintiendo como cada célula de ellos respira
• La planta del pie tiene muchas terminaciones nerviosas y está en comunicación directa con el resto del organismo, por lo que caminar descalzos estimula la circulación sanguínea y el organismo en los sistemas: linfático, paralínfático, digestivo y circulatorio.
• Además, la sensibilidad de la planta del pie genera una mayor y mejor propiocepción (capacidad del cuerpo de detectar el movimiento y posición de las articulaciones) que facilita la ausencia de esguinces de tobillo y otras patologías relacionadas con la sobre exigencia de tejidos blandos.
• Finalmente, fortalece los músculos y tendones que componen la estructura de pies, piernas y rodillas.
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