En apariencia, ambos temas si bien hablan de infancia pueden parecer algo desconectados. Sin embargo, para quienes trabajamos con niños y niñas en estado de vulnerabilidad, son dos tópicos íntimamente relacionados con el buen trato, uno de los ejes fundamentales de nuestra labor institucional.
La JUNJI incentiva y promueve desde sus jardines la lactancia materna, ya que más allá del beneficio nutricional que dicha práctica supone, también fortalece el apego entre madre e hijo, el que juega un rol fundamental en el crecimiento y desarrollo del niño durante los primeros meses de vida.
Existe abundante bibliografía que apoya lo anterior y lo relaciona, inclusive, con algunas patologías de la infancia, como por ejemplo el maltrato infantil. Se ha observado que un porcentaje de los niños maltratados presenta el antecedente de "mal apego" inicial o disfunción del mismo, frecuentemente asociado a prematuridad o patología perinatal. Entonces, una de las primeras instancias en que los adultos comenzamos a practicar el buen trato en nuestros niños es a través de la lactancia materna.
Pero coincidiendo con dicha semana, el día del niño acaparó gran parte de la atención de la población, principalmente gracias a una invasión publicitaria que rivalizaba incluso con la de la Navidad. Fue una fiesta llena de alegría, tal como lo pude constatar en el stand que la JUNJI instaló en la plaza de los héroes en la celebración masiva auspiciada por el Gobierno Regional.
Después de una tarde llena de satisfacciones, la conclusión lógica a la que llegó el equipo que participó del encuentro es que más allá del regalo, lo que los pequeños más disfrutan es la atención y el cariño que padres y familiares les profesan. Otra manifestación de buen trato que deberíamos mantener no sólo en el día del niño, sino que todos los días del año.
El buen trato se define en cuanto a la posibilidad de acercarse al otro desde la empatía, la comprensión, el respeto, la tolerancia, para garantizar la igualdad legal, social, espiritual, desde una costumbre y opción de vida y no desde una obligación o norma social. Por ello se desarrolla, se aprende y es un proceso que debe iniciarse en la infancia.
En JUNJI nos sentimos llamados a asegurar que la comunidad se sienta y se haga responsable de que cada uno de los niños y niñas que crece en Chile sea bien tratado y amado. Tenemos la convicción que cada uno de ellos tiene el derecho a ser cuidado, a que se le enseñe, a que se lo estimule y proteja de riesgos.
María Elena Claro Lyon
Directora Regional
Junta Nacional de Jardines Infantiles
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