Chile es un país considerado protagonista en la exportación de fruta fresca al resto del mundo. Por sus condiciones meteorológicas, donde la fruta mantiene las horas correctas de frío en invierno y de fructificación en primavera y verano, nuestro país obtiene cifras de crecimiento en el envío de estos productos positivas año tras año.
Durante el año 2012, el envío de fruta fresca recaudó más de US$678 millones, lo cual representa un aumento de casi un 16% en relación al año 2011. El mercado de Asia, China y Japón destacan como principales destinos de las exportaciones, pero es Estados Unidos el mercado donde, durante el año 2011 y 2012, más se concentró la carga especialmente de uva de mesa y cerezas, según el Informe de Comercio Exterior Chile enero 2012, de Direcon.
Si bien las cifras muestran que la exportación de agricultura genera recursos importantes para la economía del país, y se presenta como una industria constante a la hora de recaudaciones de nivel nacional, las barreras y exigencias que los destinos presentan para la llegada de la fruta como la manzana, pera y uva, son muy importantes y de gran calibre. Para eso, es necesario que la industria química, responsable de la entrega de productos fitosanitarios que generan un aumento extraordinario en el rendimiento de la tierra fértil, entregue opciones a los agricultores para palear las exigencias de los mercados internacionales y lograr que sus productos sean enviados a Europa, Asia, Estados Unidos y Europa de manera más sencilla y con mayor éxito.
BASF, compañía líder en productos químicos a nivel mundial, ha desarrollado programas que buscan ayudar a los productores y agricultores chilenos a llegar a más y mejores mercados internacionales. Sus programas Uvas sin Fronteras y Pomáceas Sin Fronteras son programas desarrollados por BASF con foco en el manejo integral de plagas y enfermedades, buscando ofrecer una solución integral a los productores permitiéndoles tener una amplia accesibilidad a los mercados de exportación.
Diseñar programas específicos para las necesidades de cada agricultor y participar de manera activa de sus procesos de cultivo, para ayudarlos a conseguir los objetivos de exportación deseados, es un importante rol que deben asumir las compañías químicas en Chile. Cítricos, paltas, frutos frescos y secos y uva de mesa son los principales productos que salen de nuestro país. Esos productos son los que deben pasar las barreras de exigentes mercados e industrias de otros continentes y para lograrlo, agricultores, productores y empresas fitosanitarias deben trabajar en conjunto con un objetivo en común: aumentarla cantidad, productividad, calidad y rentabilidad de las exportaciones chilenas.
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