Sin lugar a dudas, una de las lecciones aprendidas luego del terremoto del 27 de Febrero de 2010, fue comprender que vivimos en un país expuesto a amenazas de origen natural y que las emergencias pueden ocurrir a toda hora y en cualquier lugar. Es por esto, que requeríamos de una nueva mirada para abordar una materia tan relevante como lo es la gestión del riesgo y la respuesta frente a los desastres
Conscientes de ello, la Oficina Nacional de Emergencia ha implementado un proceso de fortalecimiento institucional, con un fuerte énfasis en el mejoramiento de los estándares operacionales de sus 15 Direcciones Regionales a lo largo de todo el territorio nacional. En este contexto, se destacan los Centros de Alerta Temprana con personal certificado, un sistema de trabajo 24 horas los 365 días del año, con capacidad de monitorear las amenazas naturales y provocadas por el hombre, con sistemas de comunicaciones redundantes en VHF, HF, satelital y con el apoyo de vehículos de operaciones con tecnología de punta.
Para seguir cumpliendo con esta tarea, gran parte del presupuesto 2013 asignado a nuestra institución, estará destinado a regiones. Un ejemplo de esto es el aumento de la dotación del recurso humano, que en el 2010 alcanzaba las siete personas por Dirección Regional, y hoy se trabaja con 11 funcionarios.
Las emergencias no saben de límites geográficos, afectando la mayoría de las veces a más de una comuna o región. Por esta razón, determinamos establecer tres macrozonas, que no sólo buscarán fortalecer el Sistema de Protección Civil, en la Prevención, Preparación y Respuesta ante una emergencia, sino que además, como una política de descentralización, ayudarán a la operatividad en el uso escalonado de los recursos de manera eficiente y rápida a la hora de entregar la ayuda requerida. Además, se estableció la figura de un Subdirector Nacional de Regionales, el que contribuirá a gestionar, impulsar y apoyar la labor que se efectúa en las oficinas de ONEMI.
De esta forma las macrozonas norte (entre Arica y Parinacota a Coquimbo), Centro (Valparaíso al Maule) y Sur (Biobío a Magallanes) asociadas de acuerdo a similitudes de amenazas, permitirán también, maximizar las potencialidades de las Direcciones Regionales de ONEMI, las que resultarán fortalecidas individual y colectivamente. Dentro de los avances concretos, se definirán bodegas zonales con un stock base que permitirán disminuir el tiempo de envío de los elementos de emergencia, lo que va en directo beneficio de las comunidades más vulnerables.
Para finalizar, un dato a tener en cuenta: según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), más del 64% de la población mundial ha sido impactada por algún tipo de catástrofe natural. Dentro de este ranking, Chile es considerado como uno de los diez países con más desastres en su historia. Tenemos que hacernos cargo de nuestra realidad y en ese contexto es fundamental continuar trabajando para instaurar en nuestra sociedad una cultura preventiva y seguir potenciando la gestión en Protección Civil, con una mirada orientada a entregar seguridad a la población ante los diversos riesgos que nos afectan.
“ESTAR PREPARADOS ES TAREA DE TODOS”
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