Un experto entrega sus recomendaciones.
En vacaciones, se suele transitar por rutas desconocidas, sometiendo el vehículo a exigencias muy diferentes a las del resto del año (curvas a alta velocidad, pendientes, pavimento en mal estado, arena, barro, etc.). Además, el auto transporta más peso por el número de ocupantes y el equipaje. Estas condiciones aumentan el deterioro general del vehículo, desde lo estético (la carrocería y el tapiz) hasta la seguridad (sistema de frenos, sistema de dirección y suspensión) y por ello es recomendable realizar una revisión completa del vehículo para evitar futuros problemas.
El Jefe de la Carrera de Ingeniería en Mecánica Automotriz y Autotrónica de AIEP, Andrés Escalona, entrega un listado de lo que hay que revisar en el auto después de un viaje.
• Comprobar los kilómetros recorridos y los restantes para la próxima
mantención según fabricante (cambio de aceite, filtros, etc).
• Inspeccionar el estado de los neumáticos (deformaciones, desgaste
irregular, etc.)
• Inspeccionar niveles y fugas de fluidos.
• Inspeccionar voltaje de carga de la batería.
• Comprobar que el comportamiento del vehículo vuelva a la normalidad
en potencia, maniobrabilidad, distancia de frenado, ruidos, consumo de
combustible, luces testigos del panel de instrumentos, etc.
• Lavar y limpiar el vehículo para desprender agentes oxidantes en el
interior y exterior (barro, arena, sal, etc.)
Cabe mencionar que la distancia recorrida en un viaje no determina necesariamente el desgaste o mal estado del vehículo. Por ejemplo, recorrer 100 kilómetros hacia el interior del Cajón del Maipo es mucho más desgastante para el auto y su conductor que los mismos kilómetros hacia Viña del Mar, por lo que esta revisión también debe realizarse en caso de viajes cortos pero exigentes.
Por: Paula Andrade F.
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