Soledad Bacarreza, Directora de la Escuela de Deportes de AIEP, nos detalla los beneficios de este entrenamiento acuático:
Para los que no gusta de la presión de una rutina de ejercicio la hidrogimnasia es ideal, ya que al ser ejercicios en la piscina parece más una actividad divertida de recreación, la cual puede incluir a toda la familia.
El riesgo de accidentarse o lesionarse es bajo.
Es una gran actividad aeróbica que ayuda a quemar caloría sin un mayor esfuerzo físico, es decir, las personas con sobrepeso bajaran de peso sin agotarse.
Los que tienen graves problemas de articulaciones u osteoporosis no están impedidos de realizar la hidrogimnasia, pues este ejercicio tiene un muy bajo impacto muscular y articular.
El deporte en el agua favorece la relajación de todos los grupos musculares, además de tonificarlos.
Ayuda a que el cuerpo mantenga la postura correcta, mejora el sentido del equilibrio y la flexibilidad.
Como esta actividad mejora la circulación trae como consecuencia directa que se reduzca la indeseada celulitis.
Se disminuye notablemente la retención de líquido, ya que los ejercicios en la piscina cumplen una función de masajes que drenan la grasa.
En el caso de las embarazas la hidrogimnasia ayuda a disminuir los posibles dolores de espalda, además de ayudarles con la circulación sanguínea.
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