Vitivinícolas firman segundo Acuerdo de Producción Limpia “Esta nueva iniciativa ha estado motivada fundamentalmente por los 350 centros productivos que se han certificado y auditado durante 2 años consecutivos en el primer APL(Acuerdo de Producción Limpia), lo que nos demuestra que la industria en su conjunto, ha valorado los beneficios de la producción limpia como una estrategia para hacer más eficientes sus procesos, sin perder de vista a los trabajadores, la comunidad y el entorno”. La Ceremonia de Firma de esta segundo APL del sector, se realizó la primera semana de diciembre de 2009, en Casa del Vino, ubicada en la comuna de Vitacura, en la que firmaron las Autoridades: Magaly Espinosa, Superintendenta de Servicios Sanitarios; Alvaro Sapag, Director Ejecutivo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente; Victor Venegas, Director Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero; Claudio Maggi, Director Ejecutivo de Comité Innova Chile; Rafael Lorenzini, Director Ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia y Gerardo Arteaga, Presidente de la Corporación Chilena del Vino.
El objetivo del segundo APL es permitir seguir avanzando en la estrategia de mejoramiento continuo del sector, mediante la profundización del proceso de eficiencia productiva, prevención de la contaminación, minimización de residuos a través del reciclaje y reutilización de residuos, la aplicación y uso de productos fitosanitarios, la reducción en el uso del agua, mejora en la condiciones de higiene y seguridad laboral, en la promoción de las energías renovables no convencionales y las buenas prácticas para favorecer la eficiencia energética del sector.
“Esta nueva iniciativa ha estado motivada fundamentalmente por los 350 centros productivos que se han certificado y auditado durante 2 años consecutivos en el primer APL, lo que nos demuestra que la industria en su conjunto, ha valorado los beneficios de la producción limpia como una estrategia para hacer más eficientes sus procesos, sin perder de vista a los trabajadores, la comunidad y el entorno”. destaca el Presidente de la CCV, Gerardo Arteaga.
Para llevar a cabo con éxito este Acuerdo, las tareas serán: Fortalecer la prevención y autocontrol, respecto del uso sustentable de agroquímicos (capacitación y sistema de registro); Implementar el cumplimiento de la normativa aplicable a RILEs; Promover el reciclaje de los residuos vitivinícolas; Diseñar y difundir una Agenda de Eficiencia Energética Sectorial, con el objeto de favorecer la eficiencia del sector; Realizar un auto diagnóstico respecto del consumo de energía, desarrollo de medidas de ahorro; Determinar la huella de carbono a grandes empresas que sean exportadoras; Promover la valorización de lodos estabilizados; Aportar en la difusión de los alcances y beneficios de la Norma ISO 26000, referida a la Responsabilidad Social.
Al respecto, Carmen Luz Saez, Gerente de Gestión y Administración de Viñedos Casas del Toqui, ubicado en la Región de O’Higgins agregó “El nuevo Acuerdo de Producción Limpia que ha sido firmado por el sector vitivinícola permite aportar en la mejora de estos efectos, por lo que a quienes que ya terminamos de concretar las medidas comprometidas en el Primer Acuerdo de Producción Limpia y que hemos aprobado satisfactoriamente las auditorias de mantención de este primer acuerdo nos alegra profundamente tener la posibilidad de adherirnos, para trabajar por un ecosistema mas sano para el futuro de nuestros hijos, nietos y descendencia posterior.
Beneficios de la Producción Limpia para el vino nacional
La Corporación Chilena del Vino, consciente de las múltiples implicancias que para el sector supone el cuidado del medio ambiente, y cumpliendo su rol de apoyo y promoción del desarrollo vitivinícola, desarrolló en el año 2003, junto a las autoridades públicas con competencia en la industria, un primer Acuerdo de Producción Limpia, dando inicio a una clara apuesta por la búsqueda de una integración entre la vitivinicultura y el medio ambiente.
Es importante destacar la intensa colaboración entre los diferentes Organismos y Entidades de Gobierno implicados en el APL: los ministerios de Economía y de Salud, la Superintendencia de Servicios Sanitarios, el Servicio Agrícola y Ganadero, la Comisión Nacional del Medio Ambiente y el Consejo Nacional de Producción Limpia. Notable también fue la participación del sector privado a través de los 868 centros productivos (Bodegas y Viñedos) que adhirieron a lo largo de todos los Valles Vitivinícolas del País. Siendo la Región de O’Higgins la segunda a nivel nacional con un 51% de adherentes.
Para el Director Ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL), “este primer proyecto con los empresarios y productores de vino fue muy satisfactorio, si consideramos que la capacitación realizada en mil 434 viñedos respecto de la aplicación de productos fitosanitarios, de los cuales 550 correspondían a personas de la región de O’Higgins, con una representatividad del 38% siendo la más alta a nivel nacional. Ello, considerando que con la formación de capacidades en este APL, se incrementó en un 300 % el número de personas calificadas bajo el programa del SAG”.
Algunas de las acciones desarrolladas en el primer acuerdo voluntario son: la elaboración de Guías para el manejo seguro y eficiente de agroquímicos, la aplicación de riles en suelos agrícolas, el diseño de bodegas para el almacenamiento temporal de azufre y plaguicidas de bajo costo, la ejecución de misiones tecnológicas para prospectar soluciones técnicas y económicas aplicables a nuestra realidad, el promover el acceso al sistema de evaluación de impacto ambiental y la reducción de costos a través de la minimización del consumo de agua al interior de las bodegas.
Para el Presidente de la CCV, Gerardo Arteaga, “ese trabajo no puede estancarse. Se instaló en el sector una preocupación por la producción de Uva y de Vino de manera sostenible, la que debe ser profundizada y mantenida en el tiempo, con el objetivo de dar una imagen de sustentabilidad a través de la prevención y el registro, que permiten mantener el ‘control’ de nuestros procesos productivos”.
Un análisis de los resultados de este primer acuerdo, arrojó que, en términos del tamaño de las empresas, de un total de 494 empresas Mipyme adheridas al APL, un 32 % logró certificarse. Esto contrasta con las 38 empresas grandes que lograron certificarse, lo que equivale a un 86 % del total de empresas de este tamaño.
Las empresas certificadas en esa oportunidad representan:
* 34.742 hectáreas de viñedos, equivalente al 32% de la superficie nacional destinada para el cultivo de uva para vino.
* 917.318 m3 de vino producido, equivalente al 65% de la producción nacional de vino.
Según Arteaga, “el éxito del primer APL se debió principalmente al gran esfuerzo desarrollado por el sector, donde el trabajo mancomunado jugó un rol fundamental para el logro de las metas y acciones que se comprometieron. El primer APL se caracterizó por su masividad, diversidad, compromiso sectorial y gran sacrificio de las organizaciones”.
No obstante al gran esfuerzo desarrollado por la Industria, los resultados muestran que la PYME Vitivinícola fue la que mostró un desempeño ambiental más bajo. Es por ello, que este segundo APL, surge con el objeto de apoyar principalmente a las viñas más pequeñas. “La misión del CPL es hacer que los negocios se mantengan en el tiempo, es decir procurar el desarrollo y mejoramiento del sector productivo, sin descuidar el medioambiente. Por ello, en los APL fomentamos la asociatividad de los diferentes sectores, de manera de equiparar los estándares entre empresas grandes, medianas y pequeñas”, destaca Rafael Lorenzini.
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