Con un horario de 7:45 a 20:00 hrs. y con un sistema de funcionamiento en turnos durante todo el día (24 horas; algunos días de la semana), el Jardín Infantil y Sala Cuna y Centro Escolar del Hospital San Fernando facilita el cuidado de 138 niños y niñas de funcionarias(os) en sistema de trabajo diurno y en turno, permitiéndole realizar sus labores tranquilamente, sabiendo que sus hijos están bien cuidados.
En febrero de este año, las inscripciones para el Centro Escolar aumentaron de 46 (2014) a 64 niños, por lo que rápidamente se generó una estrategia en convenio con los gremios y la Dirección del Hospital en que se elaboró un proyecto de inicio de clases. Se solicitó al Departamento de Operaciones del hospital armar un proyecto de ampliación en etapas. La primera consistía en cierre del sector y apertura de puerta, logrando -en menos de 10 días- obtener una sala que ha permitido separar a los niños por edades y tener un lugar para descansar, alimentarse, recrease y realizar actividades educativas.
Durante la segunda etapa se realizarán mejoras como pintado y bajada de cielo, una ampliación al hall de acceso para que los padres puedan dejar o esperar a sus hijos cómodamente; lo anterior se encuentra en proceso de licitación y probablemente se vea implementada el mes de septiembre de este año, junto con otros arreglos como cerámica en repostero y otros. Respecto al recurso humano, para una mejor distribución de carga laboral de las tías y un adecuado cuidado de los niños, se contará a partir del 01 de abril con un técnico en párvulo de apoyo.
Cabe mencionar que actualmente hay 32 niños y niñas en sala cuna y 42 en el jardín infantil y 64 en centro escolar, donde las edades van entre los 5 meses y medio a 10 años. La dotación de personal: Fátima Menares, educadora a cargo de la unidad (44 horas), siete técnicos en párvulo (44 horas), dos auxiliares (44 horas) y un auxiliar (4 horas).
CALIDEZ Y TRANQUILIDAD
Tamara Cañoles Solis, enfermera de la Unidad de Calidad y Seguridad del Paciente, es una de las funcionarias beneficiadas con este servicio ya que su hija Agustina, de tan solo un año de edad, queda al cuidado de las tías. “Mi experiencia ha sido muy buena, las tías son muy cariñosas, tiernas, acogen a los niños con una cálida recepción, adaptándolos de muy buena forma; mi hija Agustina se queda feliz cuando la dejo por las mañanas”, indicó la profesional.
Agregó que este tipo de facilidades que entrega el hospital en la atención de los niños y niñas, le permite tener una mayor tranquilidad sabiendo que su hija está cerca y en muy buenas manos: “Al principio tenía la aprensión de que podía sentirse sola, pero al ver que queda contenta al dejarla por las mañanas, uno trabaja tranquila todo el día. Y en caso de cualquier problema, las tías me llaman y uno va de inmediato por estar en el mismo recinto”./
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