Más de 30 alumnos del Colegio Fernando de la Fuente asisten regularmente a un taller artístico en las aulas de la institución,
donde profesores y directivos buscan demostrar que a pesar de sus deficiencias cognitivas, los jóvenes pueden desarrollar a pleno sus aptitudes. Asimismo, la estimulación temprana y una adecuada formación integral, han hecho que muchos de ellos se hayan integrado al mundo laboral. Gran entusiasmo y compromiso se puede percibir en los patios del Colegio Especial Hermano Fernando de la Fuente de San Fernando, donde la alegría y el buen humor que exhiben los estudiantes, opaca notoriamente las deficiencias que de nacimiento puedan transportar.
Esto se debe a que desde un comienzo el colegio se encarga de estimular a sus alumnos, de manera de agilizar lo más rápido posible su capacidad. “Se trata de una ideología muy propia nuestra, que no puedes apreciar en otras escuelas especiales. Nos encargamos de que los apoderados los traigan a muy temprana edad, para que nuestros especialistas los orienten y los hagan irse adaptando al sistema”, adelanta Lissy Villena, directora del establecimiento.
En esta política de entregarles herramientas que vayan más allá del programa académico, el colegio postuló un interesante proyecto de pintura a través del 2% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, adjudicándose $4.437.030 otorgados por el Gobierno Regional. Gracias al dinero, inició una aventura que promete culminar con una exhibición en la Casa de la Cultura de San Fernando.
“Los niños no sólo tienen deficiencias intelectuales, sino también sociales y económicas, por lo que este taller financiado por el Gobierno nos ayuda de sobremanera a cumplir nuestro objetivo de facilitarles la vida. Son seis meses en donde tendremos a cada uno de ellos ejercitando su mente y desarrollando su habilidad manual, una combinación ideal para encaminarse hacia la igualdad de oportunidades”, sostiene la directora.
Por su parte, los propios alumnos manifiestan su satisfacción hacia el cuerpo docente del colegio, y la amplia variedad de actividades que los enriquecen como personas. “Me encanta la posibilidad de pintar y compartir con mis amigos, me hace sentir bien tenerlos conmigo para mostrarles lo que puedo hacer. Acá las dos horas que dura la clase se van muy rápido, porque nos reímos y aprendemos mucho”, asegura Marcelo Saavedra, quien emocionado contempla en el taller una posibilidad cierta de surgir y progresar en la difícil vida que les toca afrontar.
En este sentido Gerardo Reyes Muñoz, Jefe de División de Análisis y Control de Gestión del Gobierno Regional, destaca lo que significa apoyar económica y moralmente proyectos como éste. “Nosotros financiamos diversas obras, eventos, talleres y cursos, pero cuando se trata de un colegio especial tan bien organizado, que tiene su meta clara y que trabaja apuntando hacia el desarrollo, nos sumamos a su objetivo y otorgamos los recursos necesarios para cumplirlo. Llegamos a todos los sectores, pero las personas vulnerables y los discapacitados siempre van a tener la prioridad”.
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