Los desórdenes públicos son sancionados por el Código Penal, especialmente cuando afectan la tranquilidad de las personas. Un claro ejemplo de ello es la situación que vive Luis Alfredo Bastías González, quien fue condenado el 26 de noviembre, en base al artículo 269 del Código Penal, a sufrir una pena de 61 días de presidio menor en su grado mínimo.
La historia de Luis Bastías comenzó cuando el 17 de marzo de este año, fue detenido por funcionarios de Carabineros por provocar desórdenes en la vía pública y ante las amenazas de prenderse fuego, causando revuelo y temor entre los transeúntes de Rancagua.
Respecto ello, el Asesor Jurídico del Gobierno Regional de O’Higgins, Sebastián Camiruaga Marshall, señaló que “aunque la Intendencia de O’Higgins intentó que se le sancionara sólo con servicios comunitarios, como apoyar a los bomberos en la limpieza de los cuarteles, el tribunal lo condenó a presidio efectivo, ya que no se cumplían los requisitos para acceder a este beneficio, pues había cometido delitos anteriores, como el de amenaza y robo”.
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