Además también han aumentado las enfermedades de tipo degenerativa como el Alzheimer, Parkinson, los trastornos convulsivos como la epilepsia, alteración de tipo psiquiátrico, infecciones como la meningitis y los traumatismos encéfalo-craneanos. Según Julia Ortiz, subdirectora de la Escuela de Salud de AIEP, la población más propensa a sufrir este tipo de enfermedades son “los adultos mayores o personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial, así como también personas que presentan antecedentes familiares. Aquellas afecciones como alcoholismo, drogadicción y accidentes que puedan provocar un TEC (Traumatismo Encéfalo Craneano) se da en personas jóvenes en edad activa laboralmente, que sufren accidentes como caídas de altura o bien accidentes automovilísticos donde lamentablemente está involucrada la ingesta de alcohol”.
Para Nelly Schindler, química farmacéutica del Botiquín Herbario, existen factores genéticos que pueden colaborar en el desarrollo de distintas enfermedades cerebrales, sin embargo se pueden aminorar la probabilidad de presentar trastornos si se lleva una vida sana. “Se puede doblar la mano a la genética si uno cambia sus hábitos dejando la vida sedentaria, el tabaco, el cigarrillo y se lleva una dieta equilibrada con menos carne y más pescados, frutas y verduras”, recalca la experta.
Para los pacientes que ya sufren de alguna enfermedad crónica como la hipertensión, diabetes o colesterol alto lo recomendable es ser responsable con los tratamientos médicos, llevar un control de los índices de sodio y azúcar, además de evitar las grasas saturadas y trans. Paralelamente se debe realizar una rutina de ejercicio que mantengan sano al corazón y al cerebro.
Además de seguir el tratamiento medico que previene los accidente cerebrvasculares los expertos también recomiendan apoyarse en la medicina natural, para eso existen regimenes basados en algas, vegetales marinos, ácidos grasos y semillas de lino. “Si no nos gusta consumir ese tipo de alimentos es posible encontrar estos productos como cápsulas o suplementos naturales, que no afectan el tratamiento tradicional, y que nos entregan todos esos nutrientes que nos ayudaran a mantener el corazón y el cerebro en buen estado”, enfatiza Schindler.
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