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La muerte por paro cardíaco puede darse en el lugar de trabajo, vía pública o en la propia casa, actuar de manera pronta y eficaz por medio de maniobras de respiración cardiopulmonar (RCP) y la reanimación con impulsos eléctricos se vuelven claves al momento de salvar una vida.
Conscientes de esta realidad el Hospital de Lolol con la ayuda del SAMU de Rancagua realizó una capacitación de reanimación cardiopulmonar a 24 funcionarios del establecimiento. “Agradecemos el apoyo de Boris Moreno en la coordinación y Álvaro Guzmán quién vino en compañía de un paramédico a hacer esta capacitación en la que se preparó tanto en reanimación cardiopulmonar básica como en clave azul”, afirma la directora subrogante del hospital Viviana Cancino.
El jefe del SAMU de Rancagua, Boris Moreno, nos entrega más detalles de esta iniciativa. “Tiene el objetivo de capacitar y entrenar a todos los funcionarios de la red asistencial en maniobras de reanimación cardiopulmonar básica y soporte vital, esto va asociado al concepto clave azul que son sistemas de respuesta ante pacientes con emergencias médicas y teniendo presente que la emergencia médica más compleja más difícil es la detención del corazón y la respiración, es decir, cuando un paciente está en paro cardiorespiratorio, eso es lo que se enseña y se capacita a la red asistencial con el objeto de dar cumplimento a una de las características obligatorias de la acreditación”, asegura el jefe del departamento de emergencia y atención pre hospitalaria.
Estas capacitaciones de clave azul y RCP son ordenadas por la dirección del Servicio de Salud O’Higgins quién las considera como prioridad para todos los hospitales de la Red, así lo justifica el director, Dr. Cristián Gabella “tener un equipo de profesionales preparados para este tipo de emergencias es fundamental, es por eso que a través de nuestro departamento de capacitación hemos implementado una planificación transversal que permita realizar este entrenamiento en todos los hospitales de la región”.
Los funcionarios se retiraron conformes con el curso, “para nosotros es bien importante porque no estábamos tan al tanto de cómo usar el desfibrilador externo automático (DEA) y ahora nosotros podemos salvar vidas. Después de hacer la capacitación nos dimos cuenta que era fácil sabiendo ubicar bien los electrodos y el manejo de la máquina no es difícil, de por si le teníamos un poco de susto al tema, pero al estar ahí en la capacitación se nos hizo un poco más fácil”, puntualiza Emelina Lobos, técnico paramédico que fue parte de esta capacitación.
La llegada de este desfibrilador externo se desarrolló desde un convenio de integración que mantiene el Hospital con el Departamento de Salud de la Municipalidad de Lolol. “El hospital lo solicitó porque no teníamos nada que pudiese servirnos en la urgencia fuera del establecimiento, esto que hace el desfibrilador lo tenemos, pero esta fijo en el servicio de urgencia, en cambio este otro podemos sacarlo del establecimiento a terreno “, destaca la directora (s) Cancino.
Al ser consultada de si han puesto en práctica lo aprendido la directora responde que todavía no ha sido requerido, pero que ya cuentan con el equipamiento y conocimiento necesario para entregar una respuesta satisfactoria a este tipo de situaciones.
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