Los pasillos del Servicio de Salud O’Higgins se llenaron de globos de colores, de personajes de cuentos y de risas, cuando más de 60 niños, hijos y nietos de los funcionarios, llegaron hasta el edificio de calle Alameda, para conocer el lugar de trabajo de sus padres.
Allí disfrutaron de una tarde entretenida, con títeres, juegos y golosinas y pudieron también hacer nuevos amigos, además de conocer los lugares en que trabajan sus padres o abuelos, donde almuerzan, y las labores que realizan.
Esta actividad, que se efectúa por primera vez en este servicio público, tal como actualmente se hace en las grandes empresas del mundo, tuvo