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Por fortuna, librarte de ellas ya no es tan difícil como antes, basta con un buen pulverizador para remediar este y muchos otros problemas. Conoce qué puedes hacer con él.

Antes, se tenía la impresión de que cuidar de un espacio vegrequería de instrumentos profesionales que no tenían cabida en el hogar. Es decir, que sólo eran material para los agricultores y jardineros profesionales. No obstante, esto ya no es así.

Un pulverizador no sólo ha dejado de ser costoso, sino que el uso que puede dársele es muy diverso.

Como plaguicida

Desde la muy extendida mosca blanca, las cuncunas, polillas de fruta y los chanchitos, estas plagas pueden acabar con tus plantas en unas pocas semanas.

Para identificar el problema podría bastar una inspección a las hojas. No obstante, incluso antes de que los insectos sean visibles notarás una pérdida de color en la planta.

Debes saber que los bichos pueden ser sólo el inicio del problema, ya que su presencia facilitará la proliferación de hongos y otras plagas oportunistas que terminarán por devorar tu jardín.

Sé previsor y acaba estos problemas con un pulverizador. Usarlo como pesticida soluble en agua es una solución probada ante cualquier tipo de plaga. Especialmente si se actúa a tiempo.

Asegúrate de aplicarlo a una distancia de treinta centímetros y rocía todas las hojas y el tallo, en particular donde se vean más de esas molestas alimañas.

La solución final al problema de los moscos

Quizás ya en casa están hartos de los moscos. Has probado de todo y la única solución es mantener cerradas las ventanas y dormir con inciensos u otros productos encendidos.

El problema en este caso podría venir del jardín, las plantas o los encharcamientos en tu patio o en la calle.

Un antimosquito soluble convertirá tu pulverizador en un verdadero matamoscos. Rocía en todas las plantas y áreas verdes cerca de tu hogar, en los lugares donde el agua se encharque y en las esquinas de cada habitación.

Hacer esto una vez por semana acabará con los mosquitos de una vez por todas.

Un sistema profesional de desinfección

Con la pandemia global la higiene de superficies se volvió un tema central en la industria, el hogar y los comercios. Un pulverizador está hecho también para usar lejía o cloro diluido.

De esta manera podrás desinfectar todas las superficies compartidas sin necesidad de gastar en costos desinfectantes o pasar horas y horas tallando con productos que lastiman tus manos.

Para evitar el moho

Es en la intersección de los azulejos de tu baño donde se da el ambiente propicio que hará aparecer el moho. No sólo eso, en las esquinas y paredes circundantes también surgirán estas desagradables manchas que tan mala imagen dan a tu casa.

Por suerte, un pulverizador equipado con antihongo pondrá fin a la microscópica plaga.

Aplica a poca distancia buscando empapar la superficie y deja sin secar durante varios minutos, después limpia con un trapo también humedecido con el producto. No olvides las esquinas y todo agujero en el que pueda esconderse el hongo, ya que basta con que dejes un poco para que regrese en unas semanas.

El modelo ideal

Existen dos modelos principales. Los de mochila, que suelen tener esta característica por su alta capacidad y son usualmente superiores a los 15 litros y los de mano, que no son más grandes de 8 litros.

La presión que generan dependerá del modelo que elijas. Hay desde los que la genera gracias a una bomba accionada por el usuario. Por otro lado, están los eléctricos que se cargan a la corriente.

Al momento de elegir el modelo de pulverizador de tu preferencia toma en cuenta el uso que le darás, ya que es muy importante que nunca dejes producto dentro del depósito.

En especial en casos como la lejía o cloro, lo que podría dañarlo, y en el caso de los pesticidas mancharlo permanentemente.