Para evitarlos
- Es importante elongar los músculos antes de realizar cualquier actividad física, por lo menos se debe realizar un calentamiento previo adecuado a la actividad que se va a realizar
- Se debe tomar mucha agua durante el día, entre unos seis a ocho vasos para hidratar el cuerpo. En el caso de que la pérdida de líquidos sea muy alta se recomienda ingerir bebidas con electrolitos, como sodio y potasio.
- Los músculos fríos son más propensos a tener calambres, es por eso que se sugiere mantener una buena temperatura corporal y dormir abrigado.
- Es bueno tener una dieta baja en grasas y rica en calcio, legumbres, pescados frutas y verduras verdes. Las frutas que más aportan potasio son el plátano, la naranja, el limón y los cítricos en general.
- Mantener malas posturas y estar mucho tiempo en la misma posición provoca tensión y presión en los músculos originando calambres. Por lo tanto hay que corregir las malas posiciones y cada cierto tiempo activar los músculos.
Durante el calambre
- Apenas se sienta el dolor se debe detener la actividad, y elongar el músculo afectado Una vez reducido el calambre se puede poner en la zona afectada frío para aliviar el dolor del músculo.
- En el caso que los espasmos sean por mala circulación se recomienda utilizar una compresa caliente que ayude a mejorarla.
- Tomar agua mientras se produce el calambre para hidratar de inmediato el cuerpo.
- Si el calambre se produce durante la noche es bueno dejar la posición que se mantenía y adoptar otra más cómoda e incluso caminar si la molestia lo permite, eso incrementará el flujo sanguíneo.
Si el problema persiste se debe acudir a un médico para que encuentre la causa de las continuas contracciones y prescriba lo más indicado para el caso.
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