Quince años de labor ininterrumpida cumplió este centro especializado en atender a mujeres que han vivido violencia. Programa de reparación, acompañamiento y apoyo que perteneciente a Sernameg, comenzó con el Hogar de Cristo como entidad en convenio. A partir de enero de este año, un cambio en sus ejecutores permite a la Ilustre de la Municipalidad de Rancagua ser la nueva contraparte, de éste , uno de los cuatro dispositivos en su tipo que se encuentran además en Rengo, San Fernando y Pichilemu.
Un emotivo encuentro para destacar un año más de funcionamiento y la misión de acoger, acompañar y reparar a mujeres que han vivido violencia fue el que se realizó en el Centro Cultural Baquedano; encuentro que reunió a autoridades, usuarias y comunidad para testimoniar y reanudar el compromiso de erradicar la violencia hacia las mujeres, destacar y visibilizar el aporte que el equipo realiza en materia de prevención, de procesos y de recuperación del propio proyecto personal de quienes acuden allí.
Centro especializado que con un trabajo comunitario, un fuerte compromiso y vocación de sus profesionales, ha permitido la contención, apoyo, reparación y acompañamiento legal y psicológico a más de 6 mil mujeres, con “un trabajo importante y despliegue territorial de prevención y formación hacia mujeres, jóvenes, centros de estudios, entidades públicas y privadas el apoyo constante de las redes del intersector”, destacó la coordinadora del centro Bianca Piazzoli, quien agrega que es uno de los centros más antiguos del país y el pionero en la Región de O’Higgins.
Las autoridades regionales junto a la comunidad reanudaron el compromiso de seguir en la tarea de trabajar en "una sociedad donde la mujer tenga el derecho a vivir una vida sin violencia", recalcó la directora regional de Sernameg, Pamela Zamorano quien destacó el apoyo y la labor del Hogar de Cristo y la voluntad de aceptar el desafío como nueva contraparte, de la Municipalidad de Rancagua como nuevo ejecutor. La autoridad profundizó sobre los esfuerzos y el trabajo colaborativo y aseguró que “erradicar la violencia contra las mujeres es una tarea difícil porque estamos enfrentando una de las características de nuestra sociedad chilena que es el machismo y el patriarcado: enque prima la idea de que las mujeres somos un objeto, podemos ser propiedad de alguien y que alguien tiene el derecho a tomar las decisiones por nosotros en lo económico, de lo político, y la potestad de castigar”. Señaló que el desafío sigue siendo un cambio cultural hacia el respeto y el buen trato y que uno de los pasos más grande en esta materia es la modificación a la actual ley de violencia (20.066) “la que nos quedó corta, que se circunscribe solo a la violencia intrafamiliar y no abarca a la violencia de género en general (…) la nueva ley se espera que pueda ser entregada a fin de año con todas las indicaciones. No sólo ampliará el concepto de violencia, permitirá también abordar por ejemplo, la violencia en el pololeo, que entregue más atribuciones a las policías, se hable de las distintas manifestaciones y violencias de género”.
Con toda la valentía de mirar hacia atrás y recordar los difíciles episodios que vivió por años junto a su agresor, el testimonio de Signia fue seguido con mucho respeto y atención: “es tan importante que nos crean, que nos apoyen que no nos juzguenporque solas no podemos. Nos roban nuestra esencia, nuestra voluntad. En este camino tan difícil no sabía cómo comenzar, no tenía trabajo. Me sentía sola, abandonada. Pero llegué al centro y me sentí empoderada. Hoy tomé las riendas de mi vida. Mujeres se puede, aprendan a quererse y que nadie les quite el derecho a ser felices”, finalizó.
En tanto, la Dideco de la Municipalidad de Rancagua, Mónica Toro, en representación del Alcalde Eduardo Soto, se refirió a la “valentía y coraje de las sobrevivientes de la violencia de género” y dijo que “queno estamos para cosas fáciles, tenemos una difícil misión porque es un nuevo desafío tomarlo en desarrollo comunitario. El problema de la violencia y el maltrato de la mujer es transversal” y recordó que el centro de la mujer era parte de la red de apoyo y que permitía dar respuesta a la violencia que vivían usuarias de otros programas , pero a partir de enero “nosotros somos responsables de la ejecución y lo tomamos con mucho entusiasmo, con un poco de preocupación, pero también con mucha responsabilidad”, argumentando que colaborar, reparar y visibilizar el maltrato hacia las mujeres no es cualquier programa y “se necesita compromiso, cariño y corazón”.
La ceremonia contó además con la certificación de agentes monitores comunitarios en prevención más la interpretación musical de Claudia Rebolledo . Al encuentro asistieron además los concejales Pamela Jadell, Manuel Villagra y Ricardo Guzmán junto a la directora regional de Fundación Prodemu, Silvana González y la directora provincial de Cachapoal Paulina Díaz, junto a la comunidad organizada y agrupaciones de voluntariado como Fuerza de Mujer - agrupación que creció bajo el alero de este centro-, y representantes de las redes como Fiscalía, Hogar de Cristo, Corporación de Asistencia Judicial participaron de este nuevo aniversario, en el que se reanudó el compromiso de desnaturalizar la violencia hacia la mujer y construir una sociedad libre de violencia, de buen trato y respeto entre hombres y mujeres.
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