En una verdadera fiesta se transformó este fin de semana la celebración del Día del Medioambiente en población Vicuña Mackenna de Rancagua. Una instancia en que los vecinos participaron de una limpieza barrial, donde pudieron eliminar enseres en desuso que fueron recolectados por un camión municipal en distintos puntos de acopio ubicados en las tres etapas del barrio. La actividad, organizada por el Programa de Recuperación de Barrios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en coordinación con la Ilustre Municipalidad de Rancagua a través del CDC Oriente, se desarrolló en el marco de la implementación de un Plan de Gestión Ambiental en Vicuña Mackenna, el que está orientado a la incorporación de conocimientos y prácticas vinculadas con el cuidado y protección del medioambiente.
Este fin de semana las distintas organizaciones barriales participaron activamente en el desarrollo de la actividad. Así fue como el Centro Cultural Benjamín Vicuña Mackenna difundió la acción entre los vecinos, a través de perifoneo, distribución de volantes y recorrido de marionetas gigantes.
El Consejo Vecinal de Desarrollo Infantil, por su parte, realizó una muestra de trabajos elaborados con material de reciclaje mientras el jardín infantil Benjamita colaboró con la recolección de botellas plásticas, las que fueron y seguirán siendo recibidas en un contenedor instalado en sus dependencias.
Además, se llevó a cabo el cierre de uno de los proyectos postulados al primer fondo concursable medioambiental, que fue ejecutado por los grupos de Adulto Mayor Nuestra Señora de Fátima y CESFAM, con apoyo del Consejo Vecinal de Desarrollo, consistente en un taller de fabricación de cocinas brujas.
Este contó con la participación activa de 30 vecinos y vecinas de Vicuña Mackenna y sectores aledaños, finalizando con una exquisita degustación de comidas preparadas en las cocinas.
Conjuntamente con lo anterior, se llevó a cabo una desparasitación masiva de mascotas, lo que demuestra el interés que existe también por los animalitos del barrio como una forma de mantener el entorno en buen estado.
De acuerdo a lo planteado por Javiera Villalobos, líder del Consejo Vecinal de Desarrollo Infantil, “mi calle quedó impecable, gracias a la colaboración de varias personas adultas y de los niños. Así me gusta ver el barrio. Hasta una se siente mejor”.
En síntesis, fue un día de intenso trabajo, pero los resultados estuvieron a la vista una vez que culminó la actividad: espacios más limpios y amigables para todos los vecinos.
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