Pequeños agricultores del secano de la Región de O’Higgins, principalmente usuarios del INDAP a través del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) capturan agua lluvia en invierno por medio de canaletas para producir hortalizas en el verano.
Esto gracias a un proyecto que lleva un par de años funcionando, iniciativa que el Ministerio de Agricultura a través de su Seremi quiere potenciar en la zona del secano costero de la Región de O’Higgins, dado el déficit hídrico que va en aumento.
A través de un día de campo organizado por la Seremi de Agricultura, INIA Rayentué, FAO y el Programa Prodesal de INDAP de la comuna de Navidad, agricultores pudieron conocer en la localidad de La Aguada cómo sus pares del sector cumplen su sueño de cultivar hortalizas orgánicas, donde a nadie se le hubiera ocurrido en verano.
Actualmente son 10 familias campesinas del sector La Aguada, comuna de Navidad, quienes capturan el agua lluvia a través de canaletas especiales de PVC, instaladas en los techos de sus casas -que se ubican en pendiente- hacia contenedores, de entre 3.500 y 5.000 litros.
La lluvia del invierno se guarda y se utiliza para producir hortalizas orgánicas en la temporada estival, pudiendo llegar a almacenarse un volumen de 20.000 litros, con las precipitaciones caídas durante un año en el secano costero.
Jorge Carrasco, ingeniero agrónomo del INIA, con un doctorado en la Universidad Politécnica de Madrid, y con formación sobre técnicas de manejo conservacionista de suelos y aguas, fue quien comenzó el año 2000 a promocionar dichas técnicas a través de un FONSAG. Finalmente, y luego de 8 años el proyecto de “cosecha de aguas lluvias” comenzó a funcionar. Ese año obtuvieron los fondos del Programa Conjunto PNUD-GEF-Unión Europea para Combatir la Desertificación. Ellos aportaron 19 millones de pesos, el otro 50% el Prodesal de Navidad, INIA, y la Junta de Vecinos de La Aguada, quienes ejecutan el proyecto.
En total consiguieron 41 millones de pesos con que compraron las canaletas de PVC y los estanques de acumulación y construyeron la infraestructura necesaria para la instalación, que incluye techos para proteger los estanques; los invernaderos, y sistemas para el riego por goteo.
Con este dinero, además, se contrató el servicio de maquinaria para la construcción y habilitación de 10 pequeños tranques que cumplieran la función de aguadas, para acumular agua de bebida para los animales y para el riego de cultivos, además de realizarse una serie de actividades de difusión.
Luis Román, jefe técnico del Prodesal de Navidad, señala que “siempre acá han juntado el agua lluvia, pero la diferencia es que antes se colocaban las botellas vacías en el campo colectando el agua, y luego se guardaban hasta el verano y se regaban las plantas con eso”.
Por su parte, Alex Núñez, presidente de la junta de vecinos La Aguada, manifiesta que aún es posible ver pilas de botellas con agua, porque siguen capturando y acumulando la lluvia con ellas. Pero ahora el agua es vaciada a los contenedores de 3.000 litros con el resto del líquido que se recibe de los techos y cae por las canaletas. Luego el agua que se acumula se dosifica para regar, porque nos enseñaron riego tecnificado. Tenemos un calendario de riego y ocupamos el agua entre 10 a 15 minutos al día, en periodos de baja demanda de los cultivos, y de 20 a 30 minutos en periodo de alta”.
En cada una de las 10 casas hay un invernadero donde cultivan tomates, lechugas, betarragas, alcachofas y porotos verdes, entre otras especies. “Los pequeños invernaderos les dan la oportunidad a los pequeños productores de poder producir sus propias hortalizas para alimentación familiar, pero también para poder comercializar los excedentes”, explica Carrasco.
Agrega que las primeras que vieron una oportunidad de negocios fueron las dueñas de casa, porque “les permite generar un ingreso en épocas del año donde difícilmente pueden tener ingresos los agricultores. El pequeño productor de esta zona depende –principalmente- de la producción ovina, de cultivos de bajo rendimiento, de la producción de carbón, de la miel y no hay más alternativas. Pero los cultivos de La Aguada tienen un potencial que recién ahora están considerando, pues se trata de especies 100% orgánicas. En su producción de hortalizas el guano de oveja semicompostado es el fertilizante y un extracto de ortiga y otras especies vegetales, el biopesticida, que -sumado a las condiciones climáticas del secano y cultivo no intensivo- los mantiene alejados de plagas y enfermedades, otorgando una condición apropiada para producción orgánica”.
La jefa de Area de INDAP Litueche, Sofía Loyola, manifestó que ve con buenas perspectivas el desarrollo de este tipo de iniciativas en la zona de secano. Señala que ha sido testigo de cómo este proyecto poco a poco se replica en sectores como La Palmilla y El Maitén, con un claro beneficio para los usuarios, la mayoría de ellos integrantes del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) del INDAP.
Añade que sabe de personas de estos sectores que habían pensado en abandonarlos, pero que al ver esta oportunidad de generar hortalizas para el autoconsumo y para la venta, decidieron quedarse, recobrando sus esperanzas de vivir mejor. Señala que a través del Prodesal se pueden generar instancias para apoyar este tipo de proyectos.
El Seremi de Agricultura de la región de O’Higgins, Mauricio Donoso, valoró la iniciativa de •cosecha” de agua lluvia en La Aguada, manifestando que es necesario implementar un sistema que permita surtir de agua para riego al secano. “Es una experiencia súper buena, porque se aprovecha un recurso que es muy escaso en la zona, pero en el invierno hay demás”.
En este sentido, sostuvo que barajan varias alternativas, y una de ellas son las “aguadas”, que según explica- son orificios en el suelo que generalmente están unidos a quebradas que llevan agua durante el invierno por la misma pendiente que lleva agua a esta aguada, donde se acumula en grandes cantidades.
“Ahora estamos viendo que la construcción sea lo más barata y lo más permanente posible en el tiempo, pero para eso estamos tratando de conseguir un experto en el tema que nos pueda apoyar y así poder multiplicar de forma barata y hacer muchas aguadas que traigan beneficio a muchos agricultores, porque estas cosechas de aguas lluvias son a través de los techos y los techos son pequeños aquí, entonces el agua que se puede recopilar es poca, así que lo que estamos buscando es alguna forma en que se pueda acumular más agua. Ya estamos hablando de bebida para animales para un invernadero o una pradera mejorada para engorda de animales”, manifiesta el Seremi de Agricultura.
CÓMO SE COSECHA EL AGUA LLUVIA
Según se informa el principio de la cosecha de aguas lluvias se basa en que 1 milímetro de agua caída significa 1 litro de agua caída en 1 metro cuadrado de superficie, por lo cual –teóricamente- si en el secano costero caen 500 mm de agua en una temporada, significa que se puede recoger 500 litros en 1 metro cuadrado de superficie, y si el productor posee una casa con un techo de 40 metros cuadrados, significa que podría almacenar 20.000 litros.
En la práctica, parte del agua se pierde por salpicadura en los techos y por desborde en las canaletas que la recogen y conducen, cuando las precipitaciones son intensas. Se estima que un 80% de ella se puede colectar y almacenar, es decir, 16.000 litros en este ejemplo, que es un volumen importante para producir hortalizas.
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