Dado los serios casos de abusos sexuales denunciados en un colegio de Santiago por parte personas ajenas al círculo familiar de los menores que son víctimas, profesionales de los Centros de Apoyo a Víctimas de Delitos (CAVD) de la región explican que es posible que estos niños logren una reparación cuando la familia se involucra en todo el proceso de la terapia acogiendo al niño o niña y aprendiendo a visualizar señales tanto para lograr sacar las culpas y para prevenir futuros abusos.
Frente a toda solicitud ciudadana, el Coordinador Regional de Seguridad Pública, Guido Pérez explicó que, al recibir a un menor que haya sido víctima, en estos CAVD se les orientará a hacer la denuncia, luego de ésta denuncia, el centro apoyo a víctimas se hace parte del tratamiento de reparación a través de un trabajo con profesionales especializados.
El hijo de Soledad tenía 8 fue víctima de abuso sexual al interior del colegio por otro alumno. Desde aquel día comenzó a buscar un lugar que pudiera ayudar a su hijo a salir adelante, después de golpear puertas finalmente llegó con al Centro de Apoyo a Víctimas de Delitos Violentos (CAVD) de San Fernando. “Al ingresar, mi hijo no era el mismo de siempre, algo había cambiado en él y en mi también, sin embargo, gracias al equipo de profesionales, comenzó a tener cambios positivos y volvió a sonreír como siempre. Hasta el día de hoy él siente un cariño muy grande por todos y tiene un lindo recuerdo. Hoy me genera una enorme satisfacción verlo bien…contento”.
A pesar que los casos de abusos sexuales en contra de menores son materias propias del Servicio Nacional del Menor (SENAME) los CAVD atienden solamente estas víctimas de delitos que ocurren en el contexto extrafamiliar, vale decir, donde no exista contacto con el agresor y estén presentes todas las medidas de protección cubiertas para iniciar recién el proceso reparatorio en estos centros, que son dependientes del Ministerio del Interior y Seguridad Pública., según informó Wilma Salazar, Coordinadora del CAVD de San Fernando.
En la región de O´Higgis y con estrecha relación de trabajo con la Coordinación Regional de Seguridad Pública, estos centros de apoyo a víctimas ejecutan sus programas de reparación bajo una disciplinada labor con psicólogos, asistentes sociales y abogados. “Los CAVD realizan atención reparatoria a víctimas de delitos violentos, tales como: Homicidio, Parricidio, Robo con Violencia, Robo con Intimidación, Delitos sexuales, Lesiones graves y gravísimas, Secuestro, Sustracción de memores, Robo con Violación y Robo con homicidio, informó Guido Pérez, Coordinador de seguridad pública en la región.
Para Claudia Urrutia, psicóloga del CADV San Fernando (calle Valdivia N° 62) es fundamental trabajar junto a un adulto responsable o que esté a cargo del menor, “cuando se inicia un trabajo reparatoria debe existir una base y contención de parte de alguien de confianza y que tenga una cercanía con el niño”, señaló la profesional. Sin embargo, agrega, la familia de un niño o niña que ha sufrido algún abuso suelen presentar ciertas culpas por no haber visualizado señales que dieran aviso de lo que estaba ocurriendo, de ahí que también es importante trabajar con los adultos para que logren captar estas señales a futuro y aprender a ver el lenguaje no verbal que pueden expresar los niños. En opinión de la psicóloga, una terapia de reparación de un niños abusado sexualmente puede durar cerca de 1 año.
¿Es posible esta reparación?
“Sí, es posible. Cuando vemos que existe una familia que apoya y se involucra con la terapia del menor, es muy posible que los niños logren integrarse a la vida y comprender qué fue lo que les sucedió”, expresa Claudia Urrutia.
Wilma Salazar, coordinadora del CAVD San Fernando informó que para estos casos se trabaja en coordinación y colaboración con el SENAME para los casos extrafamiliar, puesto que es necesario asegurar la protección del menor, y este procedimiento se realiza a través de una derivación de esta institución o a través de la fiscalía.
“Estos últimos casos nos han remecido como sociedad y como padres y nos hacen un llamado a estar más atentos a las señales y cambios de ánimo de nuestros hijos”, agregó Guido Pérez.
Soledad ahora enfrenta la vida con más optimismo, “les quiero decir a otras madres que están pasando por lo mismo que yo viví, que al principio tuve miedo de contar lo que estaba sucediendo, yo pensaba que me iban a apuntar con el dedo. Créanme que en el Centro de Apoyo a Víctimas me recibieron con una sonrisa y un abrazo, con un apoyo que no lo encontré en otro lugar.
Los profesionales insisten en que siempre es posible lograr una reparación, pero es un proceso delicado, largo que necesita el apoyo familiar para salir adelante; “hemos visto que los menores vuelven a confiar en el entorno y retoman su vida normal, sin miedos”, expresó Claudia Urrutia del CAVD de San Fernando.
En la región de O´Higgins, los Centros de Apoyo a Víctimas se ubican en:
• Rancagua: Freire N° 167, Fono: 35 35 00
• San Fernando: Valdivia N° 62, Fono: 35 36 00
• Número de Atención en todo Chile: 600 – 818 – 1000
• La atención es gratuita.
Más información en www.apoyovictimas.cl
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