Durante una semana en su estada en el principal balneario de la Región de O’Higgins los jóvenes de primero a tercero medio acompañados por seis docentes del mismo establecimiento estudiantil y de un sacerdote construyeron además cuatro casas de madera para personas necesitadas de la localidad.
El profesor Jorge Valdivieso del Colegio Cordillera señaló que la motivación por realizar estas acciones es “el servicio a la comunidad y a las personas más necesitadas. También con esto buscamos que los estudiantes vean otras realidades y que estén conscientes de que ellos pueden ayudar a levantar y ayudar a otros en diferentes puntos del país y en este caso a las personas de Pichilemu y su hospital”.
El estudiante y a su vez llamado como el “hombre de la pala” por sus pares, Carlos Soublette, comentó que lo que me “motivó a venir fue principalmente escaparme del aburrimiento y de la rutina del verano, y el poder ayudar a otras personas. Con este tipo de actividades aprovechamos también de cumplir con las metas que se ha propuesto el colegio en ayudar al prójimo y el de conocer mejor a nuestros amigos fuera de la sala de clases”.
El director del hospital, Mauro Salinas, junto con agradecer el trabajo de los estudiantes valoró la iniciativa que llevaron adelante en el recinto asistencial: “Es una labor que habla muy bien de los jóvenes del Colegio Cordillera y de la dirección del recinto estudiantil santiaguino ya que ocuparon parte del tiempo de sus vacaciones en ayudar a nuestro hospital. El trabajo realizado fue valorado además por parte de nuestros funcionarios y por nuestros usuarios”.
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