Una pequeña ejemplar hembra de gato güiña (Oncifelis guigna) fue entregada por el Parque Zoológico Safari de Rancagua al Servicio Agrícola y Ganadero de la Región de O’Higgins. La especie, catalogada según la Ley de Caza, como beneficiosa para la actividad silvoagropecuaria, había sido encontrada en buenas condiciones por particulares en la Autopista del Itata, en la región del Bíobío.
Presuntamente la gata guiña es una cachorra de aproximadamente un mes de vida, que quedó abandonada luego que su madre resultara herida tras ser atropellada. El cachorro fue recogido y trasladado por las personas a la ciudad de Rancagua.
Características
Una reducida población, considerada en peligro de extinción en todo el territorio nacional, caracteriza a este felino que es calificado como una especie benéfica para la mantención del equilibrio de los ecosistemas naturales.
El gato güiña es muy parecido a los gatos domésticos, pero más pequeño. De hecho es el felino salvaje más pequeño de Sudamérica, pesando de promedio 2,2 kg. Es de color café a café amarillento, con manchas redondas y franjas negruzcas arriba y abajo, rayas rubias en la cabeza y hombros y cola con anillos oscuros.
Habita especialmente en lugares boscosos y bien protegidos, pero para alimentarse se arriesga a cruzar potreros y sectores con matorral, estando entre su dieta las aves de corral, por lo que entre las medidas de recomendación para los tenedores de estas especies está la construcción de gallineros cercados, enmallados y techados, de tal manera que el felino no pueda ingresar.
El gato guiña habita entre las regiones de Coquimbo y Aysén, resultando muy difícil su observación, pues es de hábito nocturno y crepuscular y se relacionándose con praderas y grandes masas boscosas. Muchas veces se le vincula a la muerte de aves de corral como gallinas, patos y gansos, confundiéndose su ataque con el de los zorros.
Lamentablemente el guiña al igual que otras especies cazadoras de aves de corral ha sido perseguido y atacado en las zonas rurales, viendo mermada su población, lo que justifica su condición de especie en peligro de extinción.
La gata güiña será trasladada al Buinzoo, lugar donde terminará su crecimiento, se le hará un chequeo a una lesión que presenta en una de sus patas. A juicio de entendidos en la materia, la especie aun no puede ser liberada, ya que por su corta edad es poco probable su sobrevivencia ante el acecho de otros enemigos naturales, como zorros y pumas.
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