Junto a sus padres y a sus otros dos hermanos, vivirán en la nueva vivienda que fue donada por un particular gracias a las gestiones del Gobierno Regional. Pedrito y Cristóbal Ríos Torres, de la localidad de Pelequén, son como todos los niños, alegres, simpáticos y fanáticos del fútbol. Pero no todo para ellos es felicidad, ya que estos hermanitos, de dos y diez años, comparten el dolor de tener displasia ectodérmica, una enfermedad muy poco conocida, que les impide mirar la luz del día, ya que son extremadamente sensibles a los rayos solares, provocándoles daños severos a la piel y que los obliga a cubrirse permanentemente la cabeza para así protegerse, ya que no tienen cejas ni pestañas.
Producto de esta enfermedad, con la cual deben luchar a diario, a ambos niños se les inyectan lágrimas artificiales para lubricar sus ojos y se les aplican costosas cremas y protectores solares. Como si esto fuera poco, los pequeños viven en un recinto que no cumple las condiciones adecuadas para así sobrellevar mejor su enfermedad.
Ante ello, la asesora del Intendente Regional, Jacqueline Gárate, efectuó las gestiones con un particular para dar una pronta solución a la familia de estos niños, recibiendo la pronta respuesta de Carlos Venegas, un hombre de generoso corazón que apoyó económicamente la iniciativa. Y hoy, ante la alegría inmensa de ellos y de Laura y Nicolás, sus padres, recibieron de manos del Intendente Patricio Rey, la nueva casa que los acogerá y protegerá en Pelequén.
Asimismo, el Gobierno Regional, a través de la Subdere, puso a disposición los profesionales necesarios para llevar adelante el proyecto habitacional, que se construyó en un terreno donado por familiares de los menores. A ello se suma, que a través del Departamento Social de la Intendencia, se costean los medicamentos que necesitan los pequeños para paliar los efectos de la enfermedad.
Sobre la ayuda entregada, el Intendente destacó que “gracias a la campaña impulsada por un medio de comunicación, la historia de esta familia se hizo pública, y tuvo una gran acogida en un benefactor, que es Carlos Venegas, una persona que al ver las necesidades de esta familia, que ha sufrido mucho, pero que ha sido constante para salir adelante, decidió ayudarla y contactarse con nosotros para materializar una idea, que finalmente se convirtió en una casa, donde Pedrito, Cristóbal y sus otros dos hermanos, tendrán una vida mejor”.
Asimismo, Carlos Venegas señaló que “aquí nadie tiene que agradecerme nada, porque soy yo y mi familia los que debemos dar las gracias por la posibilidad que tuvimos de ayudar. Y por ello invito a mis amigos y a todas las personas que teniendo las posibilidades económicas, lo hagan, porque hay mucha gente que necesita de una mano solidaria. Esta es una tarea de todos, no sólo del Gobierno, sino de cada persona, porque si todos colocamos un granito de arena, unidos podemos hacer una montaña”.
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