En el curso, que llevó por nombre “El Arte del Reciclaje”, participaron jóvenes del establecimiento educacional que padecen de Síndrome de Down y autismo.
20 alumnos de la “Escuela Especial de Quinta de Tilcoco” fueron certificados tras cursar el taller “El Arte del Reciclaje”, impartido durante el mes de mayo. La iniciativa se enmarca en el programa “Casas Integrales de Juventud” (CIJ) de INJUV O’Higgins, instancia que pretende satisfacer las inquietudes de los jóvenes que desean ejecutar actividades anexas a la malla curricular ofrecida regularmente por los colegios.
Participaron niños con retardo mental moderado, autismo y Síndrome de Down. Hasta el momento, los alumnos del colegio sólo se dedicaban a las labores realizadas en la lavandería del establecimiento y a trabajos en un huerto, en el cual plantan lechugas, acelgas o tomates.
Con el taller impartido en la “Escuela Especial de Quinta de Tilcoco”, se pretende que los jóvenes con capacidades diferentes vayan adquiriendo herramientas para que tengan un buen desempeño en la vida diaria y, así, una mejor inserción en el ámbito laboral.
En la ocasión, el Director Regional del INJUV O’Higgins, Ricardo Guzmán, manifestó que “queremos agradecer a la Municipalidad de Quinta de Tilcoco por impulsar y acompañarnos en estos talleres que, en cierta forma, les entregan a los jóvenes las primeras herramientas para confeccionar cosas con sus propias manos, y quién sabe, emprender en el futuro algún tipo de negocio y recibir ingresos”.
En tanto, el administrador municipal de la ya mencionada comuna, Marcelo Catejo, se mostró contento por la iniciativa llevada a cabo por el INJUV en el establecimiento especial. “Este es un colegio bastante especial para nosotros, el cual no sólo alberga chicos de Quinta de Tilcoco, sino también de Rengo, Malloa, Doñihue y Coinco. Por las condiciones que ellos tienen, este tipo de trabajo les sirve mucho, ya que es importante no sólo desarrollar las capacidades manuales de ellos, sino también que tengan otra forma de aprovechar su tiempo libre de buena manera. Mil gracias al Instituto Nacional de la Juventud y ojalá que se sigan realizando talleres de éste tipo”, manifestó.
Marisol Sandoval, docente del colegio, precisó que “nos parece muy bien que el INJUV promueva estos talleres, ya que nuestros alumnos se comienzan a enfrentar a cosas nuevas y salen de la rutina diaria. En el caso especifico del taller, aprenden a reutilizar elementos y hacer cosas nuevas, vinculado a temáticas sobre el medio ambiente”.
Asimismo, María José Zapata, monitora del taller, dijo que “el curso se enfocó principalmente en la reutilización de elementos que frecuentemente desechamos. La idea es transformarlos y hacer figuras entretenidas. Ocupamos tarros de café y de leche; botellas y cajas. Con esos elementos los chicos pueden hacer pulseras, candelabros y cajas con diferentes motivos”.
Agregó que “a los niños lo que más les gustó fue pintar, recortar y manipular los materiales. El realizar este curso me llenó el alma y la comunidad se da cuenta de las cosas que son capaces de hacer nuestros jóvenes”.
La posición de los alumnos que cursaron el taller sobre la continuidad de este tipo de actividades, fue muy clara, tal como expresó José Nerto. “Esperamos que lo hagan de nuevo, ya que nos entretuvimos mucho. Lo que más me gustó fue recortar y compartir con mis compañeros mientras trabajamos”, dijo.
El programa “Casas Integrales de la Juventud” del INJUV busca promover la inclusión social, laboral y el mejoramiento de la calidad de vida de los jóvenes de todo Chile por medio de talleres o cursos que sean de su interés. A través de ellos se pretende aumentar las instancias de participación cultural, educacional, social y deportiva, con la finalidad que los jóvenes mantengan espacios disponibles para sus requerimientos individuales y colectivos. Mensualmente hay una oferta a nivel regional con talleres que les permiten a los jóvenes potenciar sus habilidades.
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