Con apoyo del Fondo FIC del Gobierno Regional
• A través de la implementación del riego por pulsos, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias evaluará el impacto del riego superficial por pulsos (surcos) sobre el flujo sub- superficial de nitratos y residuos de herbicidas (Atrazina) versus, el riego superficial tradicional.
Hasta la comuna de San Fernando se trasladó el Director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Pedro Bustos Valdivia, junto al Intendente de la Región de O’Higgins, Patricio Rey, y al seremi de Agricultura, Mauricio Donoso, para encabezar el seminario técnico de lanzamiento del proyecto mejoramiento de la competitividad del maíz mediante la implementación del riego por pulsos.
En la ocasión, se destacó la necesidad de aumentar la eficiencia del uso del agua de riego en el cultivo del maíz, para enfrentar las condiciones climáticas cambiantes, lo cual es uno de los objetivos del proyecto que ejecuta el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, a través de su centro Regional INIA Rayentué.
Respecto a ello, el Intendente señaló que éste es un proyecto financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, FIC-R 2011 del Gobierno Regional, y que a través de esta iniciativa, profesionales del INIA evaluarán el impacto del riego superficial por pulsos (surcos) sobre el flujo sub- superficial de nitratos y residuos de herbicidas (Atrazina) versus, el riego superficial tradicional. Esta evaluación contempla además, evaluar los rendimientos, la disminución de los costos de producción y la huella hídrica.
Según explicaron los ingenieros agrónomos, Alejandro Antúnez y Sofía Felmer, coordinador y coordinadora alterna del proyecto, el Riego por Pulsos consiste en la aplicación intermitente de agua, que consiste básicamente en reducir la tasa de infiltración de agua del surco húmedo, homogenizando el mojamiento del surco, en toda su extensión. Para lograr esto, la distribución del agua se realiza a través de una válvula mariposa o “T” que abastece a dos mangas laterales ubicadas en las cabeceras del surco, asegurando a cada surco un caudal regulado y uniforme, con muy baja presión de entrega (menor a 1 mca.), mientras que el agua se distribuye por medio de una manga o californiano móvil con orificios regulables. La apertura y cierre de la válvula de campo, se acciona automáticamente, mediante un controlador del tipo “star”, que funciona mediante energía solar.
De esta forma, se generan periodos alternados de mojamiento y secado sobre la superficie del surco. A cada una de estas aplicaciones que se realizan intermitentemente, se le denomina pulso de riego.
Durante el seminario, el Director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Pedro Bustos, destacó que el “Riego por Pulsos” es una técnica para el control de la percolación del agua de riego, desarrollada en los EEUU, a fines de la década de los 70. Es así como centros de investigación agrícola en conjunto con diversas universidades, perfeccionaron a principios de la década del 80 esta metodología conocida en inglés como Surge Flow, cuyas ventajas principales son la baja presión de trabajo, ya que al ser un riego por gravedad, permite trabajar en rangos bajos de presión. Esto determina un ahorro de energía, especialmente cuando se utiliza bombeo; el ahorro de agua, evitando la percolación profunda y el desagüe al final del surco, se pueden lograr eficiencias cercanas al 80% en la aplicación del agua; el bajo costo de inversión inicial, pues el equipo, por su sencillez, no requiere fuertes inversiones; surcos más largos; mayor rango de pendientes, ya que permite ampliar el rango de pendientes del terreno, minimizando así los altos costos de emparejamiento. Se puede trabajar desde 0.1% hasta 1.5% (10 cm cada 100m o 15 cm cada 100m), entre otras características.
Al término del seminario, el seremi de Agricultura, Mauricio Donoso, destacó que "es una gran oportunidad para mejorar la competitividad del sector, disminuyendo los costos y ahorrando agua. Si todos los agricultores que cultivan maíz utilizaran este sistema, se ahorrarían 246 millones de m3, regando 55 mil hectáreas de maíz adicionales o almacenando el agua equivalente a dos embalses como el de Convento Viejo".
• A través de la implementación del riego por pulsos, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias evaluará el impacto del riego superficial por pulsos (surcos) sobre el flujo sub- superficial de nitratos y residuos de herbicidas (Atrazina) versus, el riego superficial tradicional.
Hasta la comuna de San Fernando se trasladó el Director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Pedro Bustos Valdivia, junto al Intendente de la Región de O’Higgins, Patricio Rey, y al seremi de Agricultura, Mauricio Donoso, para encabezar el seminario técnico de lanzamiento del proyecto mejoramiento de la competitividad del maíz mediante la implementación del riego por pulsos.
En la ocasión, se destacó la necesidad de aumentar la eficiencia del uso del agua de riego en el cultivo del maíz, para enfrentar las condiciones climáticas cambiantes, lo cual es uno de los objetivos del proyecto que ejecuta el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, a través de su centro Regional INIA Rayentué.
Respecto a ello, el Intendente señaló que éste es un proyecto financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, FIC-R 2011 del Gobierno Regional, y que a través de esta iniciativa, profesionales del INIA evaluarán el impacto del riego superficial por pulsos (surcos) sobre el flujo sub- superficial de nitratos y residuos de herbicidas (Atrazina) versus, el riego superficial tradicional. Esta evaluación contempla además, evaluar los rendimientos, la disminución de los costos de producción y la huella hídrica.
Según explicaron los ingenieros agrónomos, Alejandro Antúnez y Sofía Felmer, coordinador y coordinadora alterna del proyecto, el Riego por Pulsos consiste en la aplicación intermitente de agua, que consiste básicamente en reducir la tasa de infiltración de agua del surco húmedo, homogenizando el mojamiento del surco, en toda su extensión. Para lograr esto, la distribución del agua se realiza a través de una válvula mariposa o “T” que abastece a dos mangas laterales ubicadas en las cabeceras del surco, asegurando a cada surco un caudal regulado y uniforme, con muy baja presión de entrega (menor a 1 mca.), mientras que el agua se distribuye por medio de una manga o californiano móvil con orificios regulables. La apertura y cierre de la válvula de campo, se acciona automáticamente, mediante un controlador del tipo “star”, que funciona mediante energía solar.
De esta forma, se generan periodos alternados de mojamiento y secado sobre la superficie del surco. A cada una de estas aplicaciones que se realizan intermitentemente, se le denomina pulso de riego.
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