En los niños podemos ver distintas reacciones, tales como rabia, tristeza, decaimiento, sentimiento de culpa y rebeldía, llegando a casos con niveles de baja autoestima o en ocasiones cuadros más severos como depresión, sobre todo cuando los grupos familiares colocan un peso extra sobre el logro de los hijos en la escuela marcando niveles competitivos muy altos y que no son muy bien tolerados por los menores ante esta repitencia. Finalmente suele ocurrir que los padres terminan enojados, los niños estresados y el ambiente familiar queda totalmente tenso, situación que no es muy grata pensando en que es fin de año y hay fechas muy significativas para en encuentro familiar o periodos de descanso familiar que se ven alterados por esta situación. Para que esto no ocurra o bien se vea menos perjudicial el Paddy Carreño, psicopedagogo y Jefe de Área de la Escuela de Desarrollo Social de AIEP nos entrega las siguientes recomendaciones:
• Antes de reprender al niño, los padres deben autoevaluarse y analizar el grado de responsabilidad que tuvieron en los malos resultados académicos que llevaron a esta repitencia y junto con ello tomar la noticia como una lección para mejorar el próximo año y estar más presentes en el proceso de estudio del menor.
• Es importante señalarle al niño las razones de por qué repitió el nivel y transmitirle la seguridad de que esos motivos son superables y que a pesar de que es algo que no podemos remediar de manera inmediata, con un poco de trabajo esto no será igual el próximo año
• Destacar los buenos resultados en otras materias o actividades que hayan realizado. Pensemos que en muchas ocasiones no es fácil destacar lo bueno cuando estamos en estas circunstancias, pero es una herramienta fundamental para fortalecer su tolerancia al fracaso y mantener una buena autoestima.
• Lo ideal es que los padres planifiquen el año escolar y se distribuyan las tareas para reforzar el aprendizaje y desarrollo del niño. Es fundamental que se esté al tanto de las cosas que ocurren con él, tanto en su colegio, como las su vida diaria. Si el niño ve a sus padres interesados en su quehacer diario como en su proceso educativo, como acompañantes no como tutores, ellos también se motivarán a estudiar mejor y ser más activos en ello.
• A pesar de que el niño esté de vacaciones es bueno que repase algunas materias y refuerce los contenidos que no logró superar, junto con leer un libro o escribir algunas cosas. Para eso se debe hacer una estrategia de estudio diaria de no más de dos horas distribuidas en el día, repasar más del tiempo recomendado puede terminar por saturar al menor y hacerlo olvidar que está de vacaciones. Por otro lado evitar usar esto como castigo, ya que solo lograremos alejar al menor del interés que queremos motivar.
• Cada semana hay que evaluar al niño y verificar si está aprendiendo correctamente los contenidos escolares, de no ser así puede buscar la ayuda de un tutor o profesor particular que pueda reforzar las materias.
• Si los malos resultados escolares son producto de un problema externo, ya sea familiar o psicológico no se debe dudar en buscar ayuda profesional en manos de quienes puedan orientarnos y apoyarnos para, primero superar este problema y luego ver la mejora en otras cosas como los resultados escolares.
• No se debe descartar un cambio de colegio si es que el nivel de exigencia del establecimiento del niño no es acorde a sus capacidades. En ello debemos tener en cuenta la ayuda de profesionales para poder compensar las pérdidas que se puedan generar como lo son las relaciones afectivas con compañeros o amigos de colegio el cambio de imágenes docentes o el cambio en las expectativas paternas. Independiente de estos últimos elementos en muchas ocasiones esta es una medida muy efectiva y de buenos resultados.
• Al comienzo de un nuevo año escolar los padres deben mostrarle al niño confianza en su desempeño y a transmitirle que se está juntos en este proceso, además de animarlo a conocer a sus nuevos compañeros y profesores.
• No dude en pedir ayuda al estableciendo educacional para un reforzamiento pedagógico y psicopedagógico, entre más personas colaboren con la educación del niño es mejor. Los profesionales están apara apoyarlos y orientarlos en este trabajo.
| < Prev | Próximo > |
|---|
