Eliminar antecedentes y formar parte de talleres de capacitación que ayuden a la colocación laboral son sólo algunos de los beneficios que pueden optar los internos que cumplan sus condenas judiciales.
Manuel y Julio Cesar, ambos de 37 años, son dos internos del Complejo Penitenciario de Rancagua que están próximos a cumplir su condena judicial. Ante ello el Centro de Apoyo para la Integración Social de Gendarmería (CAIS), les realizó una invitación para que una vez en libertad puedan participar en los talleres de capacitación laboral que tiene el organismo.
El C.A.I.S., trabaja en coordinación con la red social, servicios públicos y privados, a través de los cuales se apoya el proceso de reinserción social, no obstante, lo principal es el interés de las personas por superar su situación.
Ambos internos coinciden en la necesidad de contar con redes de apoyo que los alejen de la reincidencia, es por ello que se comprometieron a participar en los programas.
“Me gusta la idea de poder capacitarme en algo, en lo que sea, solo quiero trabajar y no volver a caer”, sostuvo Julio Cesar, quien reconoce haber pasado gran parte de su vida tras las rejas y que hoy esta pronto a cumplir una condena de 18 meses por infracción a la Ley n° 20.000.
El interno relata que han sido años difíciles y que por la vida que ha llevado “ni siquiera he podido formar mi familia. Me ha faltado tiempo, he vivido más en la cárcel que en libertar”, sentencia.
No es distinto el caso de Manuel, quien en los últimos años ha entrado y salido de distintas unidades penales, hoy reconoce que “estoy cansado lo único que quiero es salir a la calle y dormir tranquilo, trabajar y evitar meterme en problemas”, dijo.
Ambos internos recibieron una invitación por parte del C.A.I.S. donde los internos que cumplan su condena pueden participar, de manera voluntaria, en los distintos programas que el organismo posee para evitar la reincidencia y apoyar la reinserción.
En tal sentido, uno de los miembros del equipo laboral, el profesional Nicolás Calquín, invitó a los privados de libertad participar en la iniciativa, ya que “de esta manera queremos evitar que los internos que egresan vuelvan a cometer delitos. Por ello, tratamos de entregar las herramientas necesarias para que las personas que cumplen sus condenan puedan reintegrase a la sociedad”.
Por su parte, la jefa técnica regional, Milly Pedrero, destacó que “el proceso de reinserción social que se inicia al interior de los recintos penitenciarios, con apoyo de los programas de intervención psicosocial, continúa una vez que nuestros usuarios cumplen una pena privativa de libertad, a través del apoyo postpenitenciario que brindan los Centros de Apoyo para la Integración Social, cuya labor resulta fundamental al aportar a la disminución de la reincidencia delictiva, la que ha quedado demostrado en diversos estudios, se presenta con mayor frecuencia durante los primeros doce meses de egreso del sistema carcelario”, finalizó.
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