Premios a los que se sumaron las menciones honrosas de los concursantes: Juan Pablo Núñez Duarte por su obra Manzanitas, Irina Berenice Kolbach por su pieza de cobre Fiesta del Valle y la Cordillera; y Juan Carlos Orellana por su creación Alma de Cobre; quienes fueron reconocidos por su destacada participación, pese a no obtener uno de los tres primeros lugares.
El jurado a cargo de la elección de las piezas ganadoras estuvo compuesto por: Carmen del Río, directora del Museo de Rancagua; Silvia González, presidenta del Centro de Esmaltistas Artes del Fuego de Viña del Mar; Francisca Pizarro, representante del Consejo Regional de la Cultura y las Artes; Ramón Arrau, gerente corporativo de Agrosuper y Rodrigo Peón Veiga, gerente general de Link; estos dos últimos, también directores de Corporación Pro O'Higgins.
En tanto la realización del concurso contó con el auspicio de OTIC O’Higgins, Grafica Andes y Promano; además del patrocinio de Codelco, el Consejo Regional de la Cultura y las Artes y Diario El Rancagüino.
Cabe destacar, que todas las obras concursantes permanecerán en propiedad de la Organización del concurso durante el 2010, para ser expuestas -durante el año- en una muestra itinerante que recorrerá diversas comunas de la Región. Posteriormente serán donadas a los Museos Regionales de Rancagua, Lircunlauta de San Fernando y Casino Ross de Pichilemu, con el fin de que permanezcan en la posteridad y dentro de 100 años más nuevas generaciones disfruten de las obras que dejaron artesanos regionales, en el marco de este importante cumplimiento de los 200 años de vida republicana.
“Obras Camino al Bicentenario”
El concurso, se desarrolló entre los meses de septiembre y noviembre del presente año, y estuvo orientado a todos los artesanos en cobre de la Región, chilenos y extranjeros nacionalizados con residencia definitiva en Chile. Condición que los participantes debieron acreditar al momento de entregar sus obras, así como también diplomas de participación en cursos, talleres, exposiciones u otros reconocimientos.
Cada participante podía presentar sólo una obra artística en cobre y de creación propia, las que eran admitidas, siempre y cuando se cumpliese con todos los requisitos que se presentaban en las bases del concurso, como por ejemplo: acreditar la residencia, incluir fotografías del proceso de elaboración y de la obra terminada, cumplir con las etapas y plazos establecidos, entre otras cosas. Requisitos, que cumplieron todos los concursantes.
A lo que se agregó, obligatoriamente que las piezas estuviesen vinculadas con el patrimonio cultural de la Región de O’Higgins, entendiéndose por patrimonio cultural “aquellas obras que surgen del alma popular y del conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de un pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas”. (Según definición de la UNESCO, México 1982).
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