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En la ocasión, el Intendente Rodrigo Pérez destacó la labor solidaria de la institución, fundada por el Padre Luis Orione.
Fetuccines, macarrones y una jornada muy italiana, fueron parte esta noche de la solidaria cena denominada “Colores y Sonrisas”, que organizó el Hogar Pequeño Cottolengo en el Club Ansco de Rancagua, a objeto de reunir fondos para continuar con la obra del padre Luis Orione, fundador de la institución.
Durante la actividad, que contó con la presencia del Intendente de la Región de O’Higgins, Rodrigo Pérez Mackenna, y del alcalde la comuna de Rancagua, Eduardo Soto Romero, asistieron además numerosos secretarios regionales ministeriales y representantes del mundo privado y socios del Hogar.
La agradable cena comenzó con la presentación de La Pérgola de las Flores, show preparado por los pequeños del colegio Fray Ave María, perteneciente a la institución, y finalizó con el romanticismo del cantautor nacional, Eduardo Gatti.
En la ocasión, el Intendente Rodrigo Pérez elogió la labor que lleva a cabo la institución, y destacó que esta actividad, “que fue organizada por el Hogar y especialmente por su director, el padre Álvaro Olivares, no sólo busca reunir fondos, que obviamente son necesarios, sino que mostrar a la comunidad la labor que ellos efectúan silenciosamente, pero con tanto amor y dedicación, donde se preocupan de quienes más lo necesitan, los niños más desvalidos”.
Asimismo, la máxima autoridad regional señaló que el Pequeño Cottolengo es un modelo de testimonio cristiano sobre las condiciones de vida diferentes, como lo son las de personas con discapacidad intelectual. “Además, quienes apoyan y trabajan en esta hermosa obra, son dignos de admiración, porque dedican no sólo su tiempo, sino que comprometen sus sentimientos por entregarle a ellos la mejor calidad de vida posible, para que, con dignidad y autonomía, puedan alcanzar su máximo desarrollo”.
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