El secado para elaboración de alimentos, es uno de los métodos más antiguos y más comunes, actualmente vigente y de mayor importancia para la preservación de los alimentos, especialmente frutas.
Las ciruelas deshidratadas se encuentran hoy en día dentro de los principales alimentos de exportación, lo cual ha despertado un creciente interés entre los productores por temas sobre el cumplimiento en las especificaciones de calidad y el uso óptimo de la energía, junto con enfatizar la necesidad del entendimiento de los procesos de secado. Su optimización se logra a través de la menor cantidad de tiempo de proceso utilizado y disponiendo de un mínimo de energía, lo cual está estrechamente relacionado con la eficiencia energética del secador empleado.
En este escenario, diferentes empresarios de la región de O’Higgins, principalmente del Valle de Colchagua, productores de ciruela D’agen, junto a sus jefes de deshidratado, empresas exportadoras, y proveedores de sistemas de deshidratado industrial, se dieron cita en la charla de “termodinámica aplicada al secado de frutas”, a cargo del experto en deshidratado y eficiencia energética, Patricio Román, actividad inserta en el programa de Desarrollo de Capacidades en Fruticultura, cofinanciado por COPEVAL DESARROLLA e INNOVA CHILE CORFO.
Las temáticas abordadas mantuvieron un alto nivel de consultas y comentarios por parte de los participantes, lo que permitió una rica interacción de conocimientos referentes a conceptos de secado y deshidratado, características de los procesos y productos, costos y exigencias del mercado, para enseguida abordar temas más técnicos como termodinámica y comportamiento del aire durante el proceso de deshidratado, finalizando con casos prácticos de deshidratado continuo.
Allí se concluyó que la velocidad y uniformidad del secado son dos factores importantes que afectan la calidad del proceso y evitan las pérdidas físicas, estructuras químicas y nutricionales del alimento. En frutas y vegetales, el secado puede lograr una reducción en un volumen de entre 75% y 85% dependiendo de la porosidad del alimento. En este sentido, la importancia del secado representa además de la posibilidad de conservar el alimento y lograr mejores precios, una disminución de costos a la hora de transportarlos, lo que puede dar lugar a un incremento en los ingresos a la hora de comercializar productos secos. Además de que su manejo es más fácil, ya que no es necesario invertir en procesos de refrigeración o añadir conservadores para mantenerlos en buen estado antes de consumirlos.
Y para comprender mejor los conceptos teóricos adquiridos, los asistentes a dicha actividad visitaron la planta de granos de Copeval Agroindustrias ubicada en Nancagua, donde tuvieron la posibilidad de conocer las calderas de secado de maíz, además de las instalaciones para la cocción y secado del maíz roleado, producto destinado para alimentación animal.
Por su parte, Jesús de la Riva, Presidente del Comité Gestor del Programa de Mejoramiento de Calidad, realizó una introducción al trabajo desarrollado por el PMC de Ciruelas deshidratadas en las provincias de Cachapoal y Colchagua durante el presente año, y la manera de adherirse a esta iniciativa por parte de los asistentes, quienes mostraron un gran interés en seguir participando en los cursos que continuarán desarrollandose como parte de este proyecto.
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