El valioso trabajo del Consejo Nacional de Producción limpia: Importantes impactos detrás de los 60 APL
Este 22 de noviembre se firmará el acuerdo de producción limpia (APL) número 60, iniciativa voluntaria del sector Metalmecánico, de la Región de O’ Higgins. Junto con alcanzar una cifra simbólica, que involucra un trabajo minucioso y colaborativo entre el ámbito público y privado, con ella se relevan los frutos de los más de diez años de promoción de los beneficios de esta estrategia productiva ambiental, en nuestro país.
En Chile, el concepto de Producción Limpia empieza a tener espacio en 1997, cuando el Ministerio de Economía impulsa la Política de Producción Limpia. Hoy, con la Ley APL en plena vigencia, incluida en la norma 20.416/2010 denominada Estatuto Pyme, se reconoce a la producción limpia como una estrategia de gestión productiva y ambiental, aplicada a las actividades productivas, con el objeto de incrementar la eficiencia, productividad y minimizar los impactos para el ser humano y el medioambiente. Asimismo, se define a los APL como el instrumento principal para la promoción de la producción limpia y legítima el rol coordinador del CPL.
En términos simples, “fortalece la acción de las iniciativas voluntarias, otorgando beneficios a quienes las suscriban, resguardándolos, por ejemplo, de nuevas exigencias normativas si es que ellos han fijado estándares superiores a los establecidos al momento del acuerdo; además, contempla programas de promoción del cumplimiento de la normativa en materias ambientales en el caso de las empresas de menor tamaño y que se encuentren en incumplimiento de las exigencias establecidas en las normas, explica Rafael Lorenzini, Director Ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL).
Números limpios
“A la fecha, llevamos 34 sectores productivos que han creído en los APL como un instrumento eficiente de competitividad y ahorro, los que implican más de 4400 empresas y cerca de 6500 instalaciones, distribuidas en todo el país. Ellos, en su conjunto, representan ventas equivalentes al 18% del PIB y el 38% de las exportaciones de Chile”, destaca Lorenzini.
De éstas, el 83% de las empresas que han adherido a un APL están dentro de la categoría mipyme, vale decir, facturan anualmente hasta 100.000 UF.
Visión de Futuro
En su proceso de consolidación, los Acuerdos de Producción Limpia (APL) se han enriquecido al abarcar un ámbito cada vez mayor de soluciones. En un comienzo sólo comprendían aire y ruido, residuos líquidos y sólidos, luego se sumaron la capacitación, higiene y seguridad, eficiencia energética, calidad de suelos, inocuidad de los alimentos y hasta cuidado del patrimonio. Ahora el reto –según Lorenzini- es avanzar hacia la huella del agua, los bonos de carbono y la innovación en tecnologías limpias, entre otros.
Detrás de la Huella del Agua
Esta institución desde sus inicios, ha estado abordando el uso eficiente del recurso hídrico. No olvidemos, que uno de los pilares fundamentales de la estrategia de PL es el uso eficiente de los recursos. De los 60 Acuerdos de Producción Limpia (APL) a la fecha, al menos 50 de ellos han incorporado medidas concretas en relación al agua. Algunos ejemplos, son la incorporación de mejores registros, identificando aquellos puntos de mayor gasto; programas de mantención preventiva de equipamientos; uso de dispositivos de alta presión; la limpieza en seco de las instalaciones, entre otros. Este criterio se ha implementado concretamente en acuerdos voluntarios con el sector de productores de vino, productores de cerdo y frutas y hortalizas, estableciendo acciones concretas, que tienden a cambiar la cultura en el uso del agua.
Con el carbono: menos es más
Dentro de las preocupaciones del CPL está también impulsar proyectos que disminuyan el consumo de energía, por medio de medidas de eficiencia energética (EE), las que se traducen en una reducción de emisiones de GEI. Por otra parte, al fomentar la reducción de desechos sólidos (reciclado de papel, compostación e incineración) y la recuperación de metano (CH4) de vertederos y aguas residuales, se logra también disminución de emisiones de metano (CH4) entre un 30 y 50%.
Para cuantificar estos resultados, la empresa Green Solutions- representante oficial para Sudamérica, con sede en Chile, de la consultora australiana Carbon Reduction Institute (CRI), reconocida como uno de los líderes mundiales el desarrollo de estrategias de Cambio Climático- está elaborando un estudio para identificar las reducciones de carbono equivalente logradas por los APL implementados en Chile (hasta la fecha 59).
Los primeros datos arrojados por este estudio permiten confirmar que la producción limpia es una eficiente estrategia para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, se estima que en el APL Aves de carne, gracias a las mejoras en el manejo de los guanos, se lograron reducciones anuales entre 25.000 - 30.000 tCO2. Por otra parte, un grupo de pequeños productores de ladrillos artesanales, gracias a la incorporación de gas licuado como combustible, obtuvieron reducciones anuales entre 1.000 y 1.500 tCO2. A su vez, las grandes empresas de Comida Rápida, por un mejor manejo de sus residuos, principalmente los aceites usados, lograron resultados entre 200 - 300 tCO2 anuales.
Estos resultados preliminares representan la respuesta del total de las empresas a las medidas de producción limpia. Hay que considerar que los APL se han implementado en un gran número de sectores productivos y, cada uno de ellos, posee características propias y problemáticas particulares. Algunos consumen grandes cantidades de energía, generan altos niveles de emisiones en sus procesos productivos y producen sumas importantes de residuos; y en otros, nos encontramos con una situación más equilibrada. Además, las medidas o metas de cada APL persiguen fines distintos.
En sentido, para el Director Ejecutivo del CPL: “tomar acciones para disminuir las consecuencias del Cambio Climático entrega además beneficios particulares para la industria y aumenta su competitividad, pues en la actualidad las regulaciones internacionales están haciendo de esta práctica una obligación para las exportaciones de diversos productos, hacia las grandes potencias mundiales”.
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