Con los nuevos centros adjudicados mediante licitación pública, quienes necesiten utilizar este servicio tendrán más opciones, pues se agregaron comunas donde antes los usuarios no podían acceder a esta prestación.
La mediación familiar consiste en la resolución de conflictos en el cual un tercero que es totalmente imparcial, y sin poder de decisión, llamado mediador, tiene la obligación de ayudar a las partes a buscar una solución real al conflicto existente, para poder llegar a un acuerdo en común que sea beneficioso para todos. Este proceso es totalmente gratuito para quienes reciben ingresos iguales o inferiores a 884 mil 961 pesos per cápita, y para acceder al servicio sólo deben acreditar su remuneración y grupo familiar.
Paula Middleton, Seremi de Justicia, expresó que, “mediante un concurso público, donde han postulado gran cantidad de centros de mediación, el ministerio de justicia ya ha adjudicado los recursos para que en la región se pueda ya trabajar con los centros de mediación. Se han incorporado unos que son nuevos, lo cual refresca un poco lo que es la mediación familiar propiamente tal. Es así, como en la ciudad de Rancagua encontramos nuevos centros de mediación, como también comunas como, Rengo, Peumo y San Vicente”. Agregó también que, “este trabajo tiende a hacer más rápido todos los procesos judiciales que se llevan a cabo en los tribunales de familia, en cuanto a lo que es pensión de alimentos, régimen visitas, tuición, entre otros”.
Mirtala Valenzuela, del Centro de Mediación Lauguz de Rancagua, destacó que, “nosotros vamos a prestar servicios de mediación a aquellas causar que tienen mediación voluntaria, personas derivadas del tribunal de familia, de la cooperación de asistencia judicial, y todo persona que ingresa por vía espontánea y que tenga los indicadores de gratuidad”. También dijo que, “el trámite se realiza en forma más expedita, pues no se judicializa la causa, y la idea es empoderar a las personas para que sean ellos que resuelvan su propio conflicto y puedan llegar a un acuerdo, el cual sea sustentable en el tiempo”.
Marlen Torrealba, del centro mediación El Arrayan, expreso que, “prestaremos todo el asesoramiento a quienes lleguen a consultar y en función de eso ver si son competencia de las materias que tenemos como mediación familiar, que son alimentos, relación directa irregular y cuidado personal de los hijos”. Además agregó que, “esta es una instancia de conversación, aquí se valora y se intenta restablecer el diálogo entre las partes, pues muchas veces los conflictos familiares pasan por eso, porque se pierde la comunicación, y que se visualice que el dinero que es aportado es para el bienestar de los hijos y para nadie más.
Por ley el proceso de mediación una vez iniciado puede durar un máximo de 60 días, el cual podrá prorrogarse cuando las partes así lo acuerden entre ellas.
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