Este domingo 1 de diciembre, junto con el inicio del Adviento, comienza la Campaña de Navidad de la Iglesia local, que busca recolectar alimentos para las familias de más escasos recursos y útiles de aseo para los internos en las cárceles.
Como viene haciendo desde hace varios años, nuestra Iglesia diocesana llama a todos los católicos y personas de buena voluntad a colaborar en la campaña, “Un regalo para Jesús”, que comienza este domingo 1 de diciembre, primer día del Adviento.
La iniciativa tiene este año dos ámbitos concretos: la recolección de alimentos para ofrecer a las familias menos favorecidas una Navidad con alegría y dignidad; y la recolección de útiles de aseo, para las personas internas en las cárceles de nuestra región.
La Navidad recuerda que Jesús vino al mundo para morir por los hombres, como un gesto de amor extremo. Debe recordarnos, más que nunca, su mensaje de amor al prójimo. Éste es el fundamento de esta campaña, que emplaza a reconocer en las personas necesitadas, material o espiritualmente, el rostro de Cristo sufriente. Asimismo, convoca a participar como comunidad, buscando compartir la alegría de la Navidad, manifestando la solidaridad y caridad cristiana, con el sentido principal de celebrar el nacimiento de la gran alegría de la humanidad: el Señor Jesús.
Quienes deseen colaborar con las canastas navideñas pueden hacerlo de tres maneras: haciendo llegar la mercadería a cualquier parroquia; llevar una caja navideña directamente a una familia; o entregar su aporte en Fundación Caritas Rancagua (Irarrázabal 630, Población Esperanza, fono: 2 22 28 10). Aunque la invitación se hace, principalmente, a las familias, también se ha tenido en el pasado experiencias exitosas con empresas, sindicatos, colegios y otras agrupaciones.
Las personas que quieran aportar a los internos en los centros penitenciarios de Rancagua, Peumo, Rengo y Santa Cruz, pueden llevar los artículos a la oficina de Caritas Rancagua, desde donde serán distribuidos. Lo que se requiere es jabón, shampoo, papel higiénico, toallas higiénicas, pasta de dientes, cepillos de dientes y desodorante en barra (no en spray).
La encargada de la Pastoral Penitenciaria, Gilda Soto, llamó a “no olvidar que nadie está libre de caer a la cárcel y que las personas en los centro penitenciarios también necesitan ser acogidos. No estamos aquí para juzgarlos, sino que tenemos la misión de acompañar”.
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