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La labor del PMC Vitivinícola de Colchagua va en la línea con la generación de alianzas e integración de todos los actores del sector vitivinícola en el Valle de Colchagua en busca de un impacto en el marketing de la industria vitícola.
Generar una integración de las cadenas de procesadores de vino y productores de uva, resulta fundamental en el marketing que introduce los vinos nacionales en los exigentes mercados internacionales.
André Beaujanot, Ingeniero Agrónomo y Ph.D, profesor de la cátedra de Marketing Agroalimentario del Departamento de Economía Agraria de la Pontificia Universidad Católica de Chile, señaló que esta estrategia -seguida por el PMC-, corresponde a lo que técnicamente se denomina “Marketing Relacional”, es decir, estrechar cercanía entre clientes, distribuidores, importadores, etc., quienes son la cara visible de los vinos en el exterior.
El experto que estuvo presente en el seminario sobre “Nuevas Tendencias en Comercialización y Marketing de Vinos” organizado por el Programa de Mejoramiento de la Competitividad Vitivinícola de O’Higgins y ProChile, agregó que este trabajo es fundamental.
Beaujanot indicó además que “en la medida que una viña involucre a todos sus stakeholders (grupos de interés), tales como importadores, proveedores y clientes -entre otros- en sus procesos de decisión y generadores de valor, se van a crear actividades y sinergias entre las partes que permitirán posicionar y llegar de mejor forma a los mercados de destino, independiente de la imagen país, la imagen sectorial y la de un valle, es más importante esta relación de largo plazo”, aseguró.
Agregó que Colchagua es uno de los valles que está encaminado en la línea correcta, integrando en sus actividades a todas las empresas participantes del “cluster” (conglomerado) de empresas vinculadas al sector del vino, y aunque se trata de un posicionamiento claro, debe además llegar a la mente de los clientes nacionales y extranjeros.
“Colchagua va por el buen camino, desarrollando el concepto del Carmenère, con vinos distintos y diversos, que puede dar algún nivel de diferenciación y posicionamiento específico respecto de otros valles. Es una tarea bastante larga pero se están tomando decisiones de marketing en pos de ese logro. Colchagua va a ser uno de los valles que va a sonar afuera y no sólo en Chile”.
PMC VITIVINÍCOLA DE COLCHAGUA
De acuerdo a Beaujanot, la comunicación entre las empresas viñateras y productores de uva debe ser una tarea que permita la cooperación para competir. Esto principalmente porque las bodegas necesitan de ciertas materias primas que son distintas, de alta calidad y que le entregan valor a su producción, “entonces nace la necesidad de que la bodega y el viticultor trabajen en conjunto en función de lo que ellos están buscando en los mercados, con características típicas de los vinos, tratando de expresar el terroir de sus parras, para lograr el objetivo de marketing que esa bodega quiere”.
El profesor de la Universidad Católica, sostuvo al respecto que en la medida que ambas partes logren comunicarse y entenderse, la comercialización de las uvas dejará de ser sólo un mercado “spot”, en que la relación se dé parcialmente por el “yo te compro uva y hago mis vinos”, sin un nexo mayor, más consistente y coherente, “y si se mantiene esta visión, seguiremos en una orientación hacia la venta más que hacia el marketing”.
El profesional, puso el ejemplo de lo que sucede en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica con el concepto del apoyo que deben tener los viticultores a la generación de valor y diversidad de los vinos.
“Creo que lo que está haciendo el PMC Vitivinícola de Colchagua (que aglutina a empresarios que conforman toda la cadena productiva de la industria del vino), va en el sentido correcto y representa una estrategia moderna. Es la forma de generar vinos distintivos, que no sean todos iguales y que se obtenga tipicidad, eso es fundamental, en un sector extremadamente competitivo”.
Por otro lado, el Gerente del Cluster de Vinos de Colchagua, el Ingeniero Agrónomo - Enólogo, Gregorio Ferrada, organizadores del Seminario, cree importante estimular la capacitación y la transferencia tecnológica para el sector de viñateros proveedores de uvas para vinificación en el Valle. Mejorar el manejo de los viñedos y aumentar la calidad de las uvas que este grupo comercializa, es de vital importancia, para estar en sintonía con la demanda de las bodegas vinificadoras. Por otro lado, estimular la diferenciación de la producción hacia terroirs específicos que permitan la máxima expresión del potencial de sus cepajes, podrá permitir, entre otras medidas, dar estabilidad comercial a este segmento productivo.
Es así como el Programa de Viñas y Vinos del Valle de Colchagua, está impulsando una serie de proyectos para la promoción y transferencia de tecnologías en el sector de vitícola del Valle. Iniciativas tales como el Estudio de Sitios Productivos, Centro del Vino y el Concurso de Vinos de Colchagua, entre otros, buscan potenciar la producción de uvas y vinos, y posicionar a Colchagua como una denominación de origen de clase mundial.
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