Experta calificó como positivo lo realizado de manera transversal en las agrupaciones que forma parte del PMC Vitivinícola.
La Responsabilidad Social es un modelo integral de las organizaciones, sean éstas públicas o privadas, grandes o pequeñas. Es la responsabilidad de una organización respecto de los impactos de sus decisiones y actividades en la sociedad y el medio ambiente, por medio de un comportamiento transparente y ético que sea consistente con el desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar general de la sociedad, que considere las expectativas de sus partes interesadas; esté en cumplimiento con la legislación aplicable y sea consistente con normas internacionales de comportamiento; y esté integrada a través de toda la organización y practicada en sus relaciones.
Actualmente es necesario tener organizaciones o empresas que tengan sostenibilidad económica, medioambiental y social, entendiendo por ésta última, buenas prácticas laborales, responsabilidad sobre el producto, y además algunos aspectos relativos al desarrollo de la sociedad.
De acuerdo a la gerente de Asuntos Corporativos del Centro Vincular de la Universidad Católica de Valparaíso (UCV), Bárbara Délano, independiente de su tamaño, las agrupaciones o entidades están en igual nivel, “y por lo tanto hay un trabajo interesantísimo que hacer, para poder desarrollar como Valle de Colchagua, porque tienen características que les son propias”.
La experta participó en el seminario “Nuevas Tendencias en Comercialización y Marketing de Vinos” organizado por el Programa de Mejoramiento de la Competitividad (PMC) Vitivinícola de Colchagua, donde aseguró que hoy en el mundo no puede competir en forma individual y necesariamente se hace en forma colectiva, “y en ese sentido creo que tienen un aporte muy importante que hacer”.
ISO 26000
Como un reflejo de la importancia que ha ganado la Responsabilidad Social a nivel mundial, la Organización Internacional para la Estandarización (ISO), dio inicio a la norma que otorgará criterios comunes y consensuados sobre la Responsabilidad Social y facilitará su implementación.
Esta nueva normativa se denomina ISO 26000 y será una guía que emitirá lineamientos en esta materia, particularmente en algunas líneas que incluyen la responsabilidad de la organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, y a través de un comportamiento transparente y ético que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad, que tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas, además que cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con las normas internacionales de comportamiento, y esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones.
La industria vitivinícola en el Valle de Colchagua trabaja en la lógica de las RSE, ya que su relación con sus “grupos de interés” (proveedores, clientes, personal, etc.), en los aspectos sociales, prácticas laborales, y cuidado del ambiente, “hay un trabajo bien hecho, pero que no ha suficientemente comunicado. La percepción que existe es que no se ha adelantado mucho en estas líneas, pero en definitiva falta transparentar más, dar a conocer mejor lo que se hace”, aseveró Délano.
La profesional destacó en las Viñas del Valle de Colchagua los avances en materia medioambiental y las prácticas sustentables en la producción vitivinícola, donde “han ido avanzando muy rápidamente, y por lo tanto yo diría que lo fundamental son más bien detalles que tienen que ver con cómo contamos las cosas”.
RSE EN EL MUNDO
Bárbara Délano mencionó que la empresa consultora KPMG realiza un informe sobre Reportes de Sostenibilidad cada tres años. El último (2008) abarcó 22 países y consideró a más de 2.200 empresas alrededor del mundo.
El él se detectó que el 79% de las compañías más grandes del mundo – considerando las Global Fortune 250 (G250) y las 100 empresas más grandes de los 22 países consultados (N100)- están reportando sus resultados económicos, sociales y medioambientales, de las cuales el 77 % usa GRI (Global Reporting Initiative), con un 90% en Japón y 20% en México.
El informe concluyó que actualmente, en las compañías más importantes del mundo, reportar es la norma, no la excepción.
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