Programa Acción en Comunidad de FOSIS trabajó durante meses con los vecinos y vecinas del sector para poner fin a una etapa y comenzar otra, en un barrio sin estigma y sin los fantasmas del pasado.
El 27 de febrero de 2010 los habitantes de la Villa Cordillera vivieron minutos de horror. Un sismo de 8.8 grados, uno de los más intensos registrados en la historia de Chile, asoló la zona centro sur y ellos vivían en uno de los barrios más damnificados. La luz del día de ese sábado estival les permitió ver con sorpresa e impotencia el estado en que quedaron los departamentos que habitaban, situados en el sector nororiente de Rancagua. Luego de la sorpresa vino la rabia y más tarde un dejo de resignación pero que en ningún caso se tradujo en dejar de luchar.
Durmieron en carpas, afuera de los dañados bloks de departamentos. Sacaron la voz, fueron visitados por los medios de comunicación nacionales, por autoridades y por todo el que deseaba ver con sus propios ojos una de las tantas caras de la desgracia.
Han transcurrido casi seis años y el proceso de reconstrucción se llevó a cabo, con más o menos dificultades, y les fueron construidos nuevos departamentos. Pero el trauma de aquella noche; lo vivido después y luego la necesidad de reinsertarse en la vida normal, en sus nuevos domicilios, con otros vecinos, requería de un esfuerzo mayor.
Así, el Gobierno detectó otro tipo de dificultades, relacionadas principalmente con la convivencia y con el adaptarse a los nuevos barrios. Entonces, creó el Plan Acción en Comunidad para Barrios creados tras el terremoto del 27/f, una iniciativa que es un mandato presidencial, que lo lidera la Delegada para la reconstrucción y lleva a cabo el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, a través de su programa Acción.
Hace unos días, los vecinos y vecinas de la Villa Cordillera cerraron un ciclo. Tras ocho meses de intervención psicosocial, talleres, conversaciones y el acompañamiento de la Consultora SUR, contratada por FOSIS, pusieron fin al programa, aprovechando esta instancia para inaugurar los arreglos que se hicieran a su hermosa sede social. El piso, los muros y nuevo equipamiento son parte de la inversión que FOSIS realizó en esta villa, la ahora nombrada Villa Nueva Cordillera, que si bien quiere conservar en parte su identidad, también desea emerger como un barrio distinto.
A la ceremonia de cierre del programa llegaron muchos actores públicos relevantes: la Gobernadora de Cachapoal, Mirenchu Beitia; el senador Juan Pablo Letelier; el diputado Juan Luis Castro, la Seremi de Desarrollo Social, Claudia Díaz; el Director Regional del FOSIS, Felipe Osorio; la Delegada para la reconstrucción, Alba Gallardo; el Director Regional del Serviu, Víctor Cárdenas; y los consejeros regionales Manuel Barrera y Emiliano Orueta. Todos testigos de los nuevos aires que se respiran en la Villa Cordillera.
Bailaron cueca, descubrieron una significativa placa recordatoria. Vieron un video con imágenes del antes, el durante y el después. La emoción se apoderó de los vecinos, de las autoridades y de todo el que comprendió lo emotivo del proceso.
Los vecinos y vecinas, liderados por sus dirigentes, continuarán trabajando por su villa. La Seremi de Desarrollo Social ya les anunció una actividad masiva con niños para las fiestas navideñas. Y así, otros servicios tomarán la posta que entrega FOSIS, para seguir reconociendo necesidades y llevar su oferta a este emblemático territorio de Rancagua.
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