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Este domingo 11 de julio en el estadio Soccer City en la ciudad de Johannesburgo en Sudáfrica, la selección hispana se consagro por primera vez campeón del mundo en su historia futbolística y dio fin a un mes colmado de fútbol
Tras un discreto partido que disputaron la selección holandesa e hispana en la final del mundial, y un pésimo arbitraje de el británico Howard Webb, los españoles fueron capaces de marcar el desnivel en el resultado, que al final los consagraría como la mejor selección española de todos los tiempos.
Según la FIFA España es el mejor equipo del mundo por ende llega como favorito a la final, sin dejar de mencionar que el pulpo Paul también dio por vencedor anticipadamente al equipo dirigidamente por el técnico Vicente del Bosque, y las casas de apuesta como BWIN también daban como exclusivo triunfador a los de la madre patria, entonces podemos decir que la lógica se dio en este caso.
Social, cultural y deportivamente los chilenos vivimos de principio a fin esta cita mundialera, que se vio reflejada en el Peak de 57 puntos de rating en la trasmisión de la final, sin contar los auditores radiales ni el cable operador DirecTV quienes también trasmitían la señal.
Si bien la participación de Chile fue positiva por los triunfos históricos después de tantos años de no haber estado en un mundial, de todas maneras todos quedamos con las ganas de que pudimos haber logrado algo más, quizás el sorteo no los favoreció en octavos de final, pero nos fuimos conformes por mostrar una actitud más atacante y menos conservadora, no obstante quedamos entre los mejores 16 selecciones del mundo.
Este mundial que fue muy diferente y peculiar a los de antaño por varias razones por ejemplo; se jugo por primera vez en tierras africanas, escuchamos y conocimos las insoportables bubuzelas, también tuvimos un campeón que antes nunca se había probado la corona, un animal que predecía los cotejos como lo fue el pulpo Paul y enseñanzas de vida.
A partir del punto anterior es importante señalar que la colectividad es mejor que el individualismo y esto nos educo en este mundial; existen dos ejemplos claros, primero el trabajo de todo el comité organizativo y los trabajadores los cuales nadie les tenia confianza que iba a funcionar este evento, o el mejor jugador del mundo que no pudo complementarse con sus compañeros, hubieron selecciones con muchos buenos jugadores pero colectivamente no funcionaron, es igual que en la vida. Necesitamos confiar en los demás para potenciar nuestras cualidades e eliminar nuestros defectos.
Dagoberto Díaz Rotten
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