Brócoli: es rico en vitamina C, en antioxidantes y muy bajo en calorías. Se puede complementar con hojas verdes, pues ellas aportan clorofila con efecto depurativo y enzimas. Si te da frío comerlas, hazlas en un wok con aceite de oliva, en guisos, revueltos con claras de huevo o en tortillas al horno.
Frutas secas: las nueces contienen mucho calcio, pero deben comerse frescas y en pequeñas cantidades. Pueden ser una rica colación de media tarde.
Frutas: aprovecha las frutas cítricas que son ricas en vitaminas y antioxidantes. En esta estación las mejores son el kiwi, la naranja, la mandarina y el pomelo.
El puerro: tiene muchísimas vitaminas, especialmente en las hojas verdes, azúcares, fibra, sales minerales y gran abundancia en proteínas. Es ideal para hacerlo como sopa.
Infusiones: consumir té de frutas, té verde o agua de hierbas. El mate también es una buena opción sin azúcar
Sopas: pueden ser de zanahoria, zapallo o de cualquier verdura. Le puedes agregar un toque de mantequilla o crema light, pero muy poquito.
Pescados: son las proteínas más aconsejadas. Se sugiere consumirlos entre 2 – 3 veces por semana.
Carnes: las rojas desgrasadas y el pollo deben completar el menú semanal.
Huevos: son una rica fuente de proteínas y si son orgánicos, mejor.2-4 veces por semana
Papas: son ricas en hidratos de carbono complejos. Se recomienda consumirlas 2 veces por semana con verduras, carnes, pescados y huevos, cocidas o al horno.
Legumbres: al menos una vez por semana debieran consumirse las legumbres (lentejas, garbanzos, porotos, soja), en guisos dietéticos sin utilizar aceite durante la cocción.
Fernando Espina, Director Escuela De Salud de AIEP
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