Tanto empleados como empleadores deben estar concientes de que pueden generar grandes cambios con pequeñas acciones y para ello, Loreto Ferrari Directora de la Escuela de Negocios de AIEP, nos cuenta cómo mejorar algunos aspectos de la vida laboral, justo en esta época, cuando las energías empiezan a fallar:
• La felicidad de los colaboradores debe ser parte de la visión y estrategia de un líder, además debe estar considerada dentro de la cultura empresarial.
• La monotonía y la rutina producen efectos negativos en los trabajadores, para evitarlo es necesario que se sientan parte de la empresa, que entiendan cómo aportan dentro del negocio. Es la única forma que sientan que su esfuerzo tiene valor.
• La disposición a valorar el trabajo de los colaboradores oportunamente es una fuente de satisfacción. Organizar un sistema de reconocimiento o premio por objetivos y metas cumplidas, o simplemente agradecer cuando sea oportuno ayudarán a generar buena predisposición a asumir responsabilidades.
• El estancamiento no permite la fluidez de ideas. Una forma de aportar positivamente es ofrecer un horario más flexible, incluso hay empresas donde puede aplicarse el trabajo desde la casa. Esta libertad permite la creación y adaptación, se rompe la rutina y se abre la mente.
• Es importante que los empleados tengan posibilidad de esparcimiento, ya sea organizados por la empresa o que sean parte de su vida personal. Como trabajador es bueno que practique algún deporte o hobby, que descubra sus capacidades y aptitudes, esto lo hará más feliz. Cuando se tiene un buen ánimo y el cuerpo está en armonía todo funciona mejor: creatividad, imaginación, atención laboral y concentración.
• Como jefe debemos intentar que nuestros colaboradores confíen en su intuición y talento, y eso supone apoyarlo permanentemente en sus decisiones y en su autonomía.
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