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Productores olivícolas incorporarán tecnologías a sus empresas para potenciar negocio del aceite de oliva en O’Higgins

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altA través de estrategias de marketing y mejoras en sus procesos:

    Actualmente más de 3 millones de toneladas de aceite de oliva son producidas al año en el mundo, de las cuales 6.200 toneladas corresponden a la producción chilena, sin embargo, el consumo nacional alcanza sólo los 300 ml. per cápita.       
    Por estos días el cultivo de olivos en nuestro país es joven y pequeño, y hasta hace algunos años sin mayor presencia. De hecho, la plantación nacional de esta especie no supera las 20 mil hectáreas, pero si bien se trata de un cultivo que tiene mucho empuje y ha demostrado un sólido crecimiento en los últimos años.

    Así mismo, la tendencia a la alimentación saludable induce fuertemente al aumento del consumo del aceite de oliva a nivel mundial. Por ello, la apuesta a  invertir en el sector apunta a que la calidad del aceite chileno es superior, incluso al comercializado en mercados europeos, la cual le ha permitido obtener importantes premios internacionales.

Y con la idea de potenciar la producción de olivas y de aceite de oliva en la Región de O’Higgins, COPEVAL DESARROLLA, llevó a cabo el taller “Posicionamiento, imagen de marca y desarrollo de envases”, como parte de las actividades contempladas en el Programa de Difusión Tecnológica –PDT- para incorporar mejoras tecnológicas en la producción de olivos en esta zona.

    Aquí, productores principalmente del Valle de Colchagua, recibieron una completa exposición del Dr. Ingeniero Agrónomo, académico de la Universidad de Chile, Thomas Fichet, quien destacó que las líneas de investigación de este proyecto estarán dirigidas, entre otras, al  manejo del añerismo, el estrés hídrico en el olivo, la calidad del aceite, al control de enfermedades fungosas y nuevas patologías asociadas a esta especie, además de un acucioso estudio de mercados nacionales e internacionales.

    Fichet, aseveró que “en la cosecha que está terminando una cantidad importante de plantas no produjeron frutos, situación inédita en nuestro país, probablemente generada por factores climáticos. Cabe desatacar que el olivo es una especie que soporta bastante bien la escasez de agua, no obstante, el añerismo representa un factor influyente en la carga frutal y las podas pueden afectar la calidad del aceite”.

    Y para entregar diferentes propuestas que permitan elevar la rentabilidad para producción de olivas, junto a una visión estratégica de marketing frente al creciente negocio del aceite de oliva en la región, el Dr. Ingeniero Agrónomo Marcos Mora G., Director del Dpto. de Economía Agraria de la Universidad de Chile, se refirió también a los aspectos que condicionan dicha rentabilidad.

Entre ellos destacó que “el añerismo representa un problema que afecta el abastecimiento agroindustrial y dificulta que una almazara funcione a plena capacidad”. Así mismo, enfatiza que “el olivo es longevo y su plena producción se presenta en promedio al año 7, razón por la cual su evaluación económica debe estar en un horizonte de al menos 12 a 15 años”.

    Mora agregó que, en este sentido, es importante diseñar plantaciones con variedades que presenten un bajo añerismo, como por ejemplo la especie Arbequina, “y la importancia de considerar la mecanización en la cosecha, la cual condiciona el marco de plantación y el tamaño de las plantas. Sin dejar de estimar el encarecimiento de la mano de obra”.

    De igual modo, el académico señaló que el precio a pagar por la agroindustria, debe estar conectado con la calidad de la oliva –rinde graso y características organolépticas-. Además de la importancia de estudiar otras variedades que potencien sabor y disminuyan la rancidez.

Por otra parte, Mora se refirió a que en el mercado interno el aceite de oliva tiene atributos intrínsecos que la gente demanda en un producto alimenticio, pero el problema sigue estando en el precio final. Por lo que una solución posible es explorar otros canales de distribución, a través de medios electrónicos como el mailing, el marketing telefónico, entre otros.

Finalmente, concluye que “es imperioso buscar una diferenciación entre lo tangible y lo intangible, y nosotros como sociedad aún nos encontramos en lo primero, por lo cual se requiere encontrar una situación monopólica determinada por las necesidades del cliente a la hora de adquirir el producto, mediante el reconocimiento de propiedades -marca, variedad, acidez, extra virgen-”.

Este PDT Olivos, que se inició en diciembre del año pasado, cuenta con el cofinanciamiento de INNOVA CHILE de CORFO, está dirigido a profesionales, técnicos, empresarios y productores de la región, y contempla el desarrollo de diferentes actividades como, jornadas demostrativas, días de campo, un seminario y talleres de asistencia técnica en terreno.

Para información de fechas de actividades e inscripciones, COPEVAL DESARROLLA lo invita a escribir a Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla o visitar www.copevaldesarrolla.cl.

 

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